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El rayo que cayó el jueves en Villa Gesell y dejó un saldo de cuatro muertos y 21 heridos no es el primer fenómeno de esas características con consecuencias fatales que se registra en las playas de la costa atlántica. En Mar del Plata, el surfista Javier De Fraudi murió el 25 de febrero de 2000 cuando un rayo cayó en Playa Grande. De Fraudi, al momento del impacto, se encontraba en el mar junto a un grupo de amigos, a pesar de las recomendaciones de los guardavidas que los habían alertado acerca del peligro que implicaba continuar allí. Casi simultáneamente, en Costa Hermosa, frente al barrio San Jacinto, en la zona sur de Mar del Plata, Lorena Gómez, de 20 años, murió en la orilla cuando un rayo cayó sobre la playa.

El otro antecedente en playas bonaerenses, más alejado en el tiempo, tuvo lugar en el verano de 1984. El futbolista Gustavo Abel Sterponi, de 24 años, falleció el 10 de febrero cuando un rayo cayó mientras se entrenaba en Parque Camet.

El 30 de marzo de 2013, un chico de 14 años murió en el balneario de Monte Hermoso, provincia de Buenos Aires, cuando fue fulminado por un rayo, en el marco de una fuerte tormenta de lluvia, viento y granizo que afectó a la ciudad de Bahía Blanca y toda su área de influencia.

El 11 de enero de 2011, el masajista de Racing, César Nardi, perdió la vida al ser alcanzado por un rayo durante una fuerte tormenta en el predio Open Door, en Luján. Ese mismo día, tres niños murieron al ser alcanzados por un rayo en una pileta de Florencio Varela.