SOCIEDAD
Una política de Estado
–¿Cuáles son los ejes de la política de Estado sobre VIH/sida, que preservan los sucesivos gobiernos de Brasil? –preguntó Página/12 a Humberto Costa Lima, ministro de Salud de ese país.
–Uno de ellos es el compromiso de tratamiento: está probado que, si no se trata a los enfermos, no hay prevención que controle la epidemia. El Estado brasileño, además de garantizar el acceso gratuito a los antirretrovirales, se ocupa de monitorear cada tratamiento, directamente y mediante organizaciones no gubernamentales con mejor acceso a determinados grupos de población, para alentar y verificar el cumplimiento de las prescripciones. Cuando los tratamientos se cumplen bien, no se generan cepas de virus resistentes a los antirretrovirales: esta resistencia es inferior al seis por ciento en Brasil, quizá la más baja del mundo y en todo caso inferior a la de Estados Unidos, donde se sostenía que a los pacientes de países pobres es mejor no tratarlos porque no cumplirían los tratamientos.
–¿Qué otros ejes sustentan esta política de Estado?
–La disposición de los sucesivos gobiernos a enfrentar las resistencias de la Iglesia y otros sectores a las campañas preventivas que enfatizan la promoción y distribución de preservativos. Y la decisión de impedir que las personas con VIH sean objeto de discriminación –contestó Costa Lima.