“Los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de Cromañón reaccionaron con dolor e indignación, porque ante un hecho como el ocurrido en 2004 lo único que puede dar algo de alivio es que se haga justicia.” El abogado Fernando Soto, que representa a unas 50 familias o personas afectadas por el incendio en el boliche Cromañón, donde hubo 194 muertos, le dijo a Página/12 que “incluso me cuesta entender todavía, como abogado, cómo actuar frente a esta decisión de la Corte y voy a tener que estudiar muy bien un fallo que es complejo”. Nilda Gómez, madre de Mariano Benítez, uno de los jóvenes muertos en Cromañón, le dijo a este diario que tomó el fallo de la Corte “con mucha impotencia, con mucho dolor, porque si bien estaba dentro de las posibilidades, de todas maneras es un golpe muy fuerte para todos nosotros, para nuestra lucha”.

Nora Bonomini, madre de Sebastián, otro de los chicos fallecidos en la tragedia, anticipó que los familiares “nos movilizaremos para rechazar este fallo judicial; esto no va a quedar así”. En declaraciones a la prensa, Bonomini dijo dirigiéndose a los jueces del alto tribunal: “Que no piensen que porque pasaron diez años nos olvidamos de nuestros hijos”.

En lo personal, sostuvo que su lucha “va a ser hasta el último día que esté en pie. Acá tiene que destaparse todo esto. En algún momento debemos decir basta”.

Nilda Gómez consideró que lo ocurrido es el resultado de “una batalla en esta lucha tan terrible y dolorosa, e innecesaria, que venimos haciendo los familiares de Cromañón”. Anticipó que seguirán “ajustándonos al derecho para demostrar la responsabilidad de esta gente que ahora sale en libertad por un tecnicismo, no porque sean inocentes”.

“Los familiares estamos convencidos de la responsabilidad de los integrantes de Callejeros y seguiremos buscando justicia como siempre lo hemos hecho, para que todos paguen por la muerte de 194 personas”. Gómez insistió en que los Callejeros “son responsables de la masacre de Cromañón porque ellos fueron los que hicieron ingresar las bengalas, ellos promovieron su uso, además de vender más de tres mil entradas cuando sabían que la capacidad no daba”.

Gómez puntualizó que “eso lo lograron con el pago de coimas a la policía y pudieron hacer entrar a toda la gente. Eso hace que los Callejeros sean culpables del estrago y del cohecho; por eso, para nosotros había que cambiar la carátula, porque esto no fue un estrago culposo, sino un hecho doloso que todavía no ha sido juzgado”.

El abogado Fernando Soto sostuvo que “es lógico el dolor y la indignación de los familiares porque no hubo justicia”. Al analizar el fallo de la Corte, aseguró que la resolución “crea un antecedente espantoso”. De todos modos, reconoció que “la Corte hace esto para evitar una condena a la Argentina como ocurrió en el caso de Oscar Alberto Mohamed” quien, acusado de homicidio culposo, como Patricio Fontanet, había sido absuelto en primera instancia y condenado en Casación.

En abril de 2011, Mohamed apeló el fallo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que condenó al Estado argentino y ordenó rever esa sentencia de segunda instancia. “Ahora la Corte quiere cubrirse en el caso Cromañón, pero hay muchas condenas similares, como en el caso García Belsunce, por ejemplo.”

“Con el mismo criterio, deberían ser absueltas muchas personas condenadas en segunda instancia por delitos graves, porque todos podrían alegar que al ser condenados en segunda instancia no tuvieron ocasión de defenderse, como sí lo hicieron en el juicio oral donde fueron absueltos.”

“Es un fallo muy complejo, que además deja en libertad a tres funcionarios, dos de los cuales estaban presos y una tercera con prisión domiciliaria. Ahora la Corte aparta del caso a la Sala III de Casación, lo que significa que nuevos jueces van a tener que leer un expediente que tiene un millón de fojas (sí, un millón, no es una cifra caprichosa); esto significa que un nuevo fallo va a tardar un año o más”, comentó Soto.

Concluyó que mientras tanto “las únicas condenas (firmes) son las de Chabán (ver aparte) y el comisario (Carlos) Díaz, de manera tal que todo esto me da mucha tristeza, porque no hubo justicia”.