Montabaur es un poblado pequeño en el oeste de Alemania de casas grandes y jardines bien cuidados. Uno de los poco más de 12 mil habitantes de la ciudad era el copiloto del Airbus que se estrelló el martes en los Alpes franceses. Los equipos de televisión comenzaron a llegar al tranquilo barrio donde se encuentra la casa de los padres del copiloto, que quedó también rodeada por varios patrulleros y fue allanada (foto). “Me niego a creer que lo haya hecho a propósito. No puedo imaginar que alguien sea tan egoísta”, cuenta un vecino que asegura conocer poco al piloto de 27 años y no tiene mucho más para aportar: “Aquí cada uno va a lo suyo”.

La mayoría ni siquiera quiere hablar. Entre los más perplejos figura un matrimonio que vive junto a la casa familiar del copiloto desde hace 22 años. También ellos conocían más bien poco al joven. “Es una situación extrema para nosotros”, dice el hombre sobre lo que acaba de escuchar en las noticias. “Estamos en shock. Apenas puedo concebir lo que pasó”, añade la mujer.

A pocos kilómetros de la casa se encuentra el terreno del club de vuelo sin motor LSC Westerfeld, en el que el copiloto comenzó a aprender a volar. “Me pareció una persona muy agradable, divertida y educada”, recuerda el presidente del club, Klaus Radke. También en la cercana Dü-sseldorf, donde el copiloto tenía otra vivienda, los vecinos aseguran conocerlo sólo de vista. “Nos cruzábamos en el garaje y la mayoría de las veces no devolvía el saludo”, relató un vecino.