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El programa de la OIT en la frontera entre Brasil y Paraguay comenzó hace dos años. El año pasado, a raíz de un caso que consideraron paradigmático, la Organización Internacional del Trabajo consideró esencial trabajar con un pie también en Puerto Iguazú, del lado argentino. Al día de hoy, existe un acuerdo firmado por la Conaeti, el ámbito del Ministerio de Trabajo dedicado a la erradicación del trabajo infantil para crear en Puerto Iguazú una comisión intersectorial dedicada al programa. Aunque el organismo giró 90 mil dólares para financiar el proyecto.
El caso en cuestión se detectó en una inspección de rutina en noviembre del año pasado. Dos integrantes del Consejo de la OIT en Foz de Iguazú acompañaban a la Guardia Municipal en una redada en los alrededores de la Estación Aduanera Interior del Brasil. En ese momento, rastreaban a una ciudadana argentina denunciada por explotación sexual de menores de edad. La mujer, además de prostituir a su hija de 17 años, trasladaba ocasionalmente a otra nena de 16. El 12 de noviembre, la nena apareció en un camión paraguayo, sin ropas, en la cabina del conductor. Durante la entrevista, contó que ganaba 80 reales semanales teniendo sexo con distintos clientes y que el dinero era para la argentina.
En la resolución del caso aparecieron los problemas que aceleraron la decisión de comenzar con el convenio tripartito: entre los protagonistas de la redada había una argentina, y un camionero paraguayo, en una ciudad brasileña.