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El 9 de mayo, días antes de que Dilma Rousseff fuera removida de la presidencia de Brasil, una delegación de la Mesa Directiva del Parlasur, encabezada por su presidente, Jorge Taiana, se reunió con la mandataria para interiorizarse sobre la situación política que atraviesa ese país en un claro gesto de apoyo.

Según Fernanda Gil Lozano, desde el bloque progresista de Uruguay se impulsó el apoyo a Dilma Rousseff desde una mirada de género: “Hicimos un pronunciamiento a favor de Dilma, hicimos notar que hay una cuestión de género que incluye también a (Michelle) Bachelet, a Cristina (Fernández), también a Milagro (Sala). Hay una persecución que se puede ver por el tamiz del género, de lo racial. Un embate conservador que critica a las mujeres que han sobresalido”.

Sin embargo, en el primer encuentro sobre la agenda de género en el Mercosur no hubo acuerdo sobre estas cuestiones. “Se planteó el tema de Milagro y hubo discusión muy fuerte con algunas otras representantes. Nosotras seguimos sosteniendo que Milagro es una presa política pero no hubo acuerdo”, explicó Perié.

A pesar de esto, en marzo, el Parlasur en pleno rechazó el impedimento de traslado de Milagro Sala, que no pudo participar de la sesión. Aprobó una declaración en la que expresó “su rechazo al impedimento de traslado de la parlamentaria Milagro Sala, quien fuera formalmente convocada y que no ha podido concurrir a la sesión del día de la fecha por encontrarse privada de su libertad. La situación encuadra en lo previsto por el artículo 15 del Reglamento de este Parlamento que establece: ‘...los desplazamientos de los miembros del Parlamento, a efectos del ejercicio de sus funciones no serán limitados por restricciones legales y administrativas’”.