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Por J. N.

Las últimas elecciones presidenciales crearon un paisaje político inédito: uno de los partidos históricos, el radicalismo, desapareció como fuerza nacional; el otro, el peronismo, se presentó dividido en tres, mientras que las fuerzas nuevas, como el ARI o Recrear, obtuvieron buenos resultados pero aún no logran consolidarse. Néstor Kirchner llegó al gobierno en este nuevo contexto.
Sociólogo, con un doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad de Toulouse le Mirial, Isidoro Cheresky es profesor de teoría política en la UBA e investigador del Conicet.
Su voz es especialmente pertinente en este momento: Cheresky es pionero en el estudio de la fluctuación del voto y los cambios en el comportamiento ciudadano. Con una vasta formación teórica y muchos libros y artículos sobre el tema, Cheresky fue de los primeros en analizar en la Argentina las transformaciones políticas que, aunque se vienen insinuando desde hace tiempo, determinaron la “elección accidental” de Kirchner como presidente.
Dirige, además, un equipo de investigación –Las Nuevas Formas Políticas, en el Instituto Gino Germani– dedicado a estudiar estos fenómenos: la política que rompe la lógica tradicional de los partidos y supone una ciudadanía más independiente y más autónoma.