SOCIEDAD › LACTEOS Y HAMBURGUESAS, PRIMEROS EN EL RANKING
Alimentos que contaminan
La mayoría de las enfermedades trasmitidas por alimentos no se notifican “porque en la Argentina no existe la cultura de denuncia de estas patologías”, advirtió una investigadora universitaria. De las denuncias que sí se hacen, la mayor parte corresponde a contaminación de lácteos y alimentos elaborados, como las hamburguesas. Siguen en frecuencia las frutas y verduras, y luego las aves y carnes en general.
En cuanto a los lácteos, “los que han sido procesados industrialmente con los controles adecuados pueden ser considerados inocuos, pero, crudos o sin procesar, favorecen las condiciones ambientales y brindan los nutrientes necesarios para la multiplicación de los microorganismos”, advirtió María Cristina Lurá, titular de Microbiología General en la Universidad Nacional del Litoral.
La especialista precisó que, en rigor, “hay dos categorías de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA): las intoxicaciones, causadas por las toxinas que producen los microorganismos, y las infecciones alimentarias, provocadas por la multiplicación de los gérmenes en el cuerpo humano después de haber ingerido alimentos contaminados”.
Entre las bacterias que pueden estar involucradas en ETA (además de las mencionadas en otro lugar de esta página), se halla el Bacillus Cereus, que se ingiere con alimentos crudos o cocidos y produce una toxina resistente al calor; se la detectó incluso en leches en polvo. El Clostridium Perfringens puede encontrarse en alimentos ricos en proteínas, como carnes, pollos y sus derivados.
Los hongos –o “mohos”– también pueden producir toxinas; se los halla especialmente en vegetales, cereales y oleaginosas. Algunos pueden provocar cuadros graves de intoxicación aguda. El más conocido es Amanita Phalloides. Entre los virus, los más comunes son los causantes de las hepatitis y los rotavirus. El contagio se produce por contaminación directa o indirecta con heces de personas infectadas.
La Ley 15.465 obliga a los médicos a notificar los casos sospechosos de ETA, pero la cantidad de denuncias es bajo. La doctora Lurá señaló que “en la Argentina no existe la cultura de denuncia de ETA: sólo se les da relevancia a los brotes cuando afectan a muchas personas que contrajeron la enfermedad en el mismo lugar o el mismo evento”.
Informe: Agencia Universitaria de Noticias y Opinión/UNLZ.