SOCIEDAD
Las instrucciones para vivir a bordo
Madeleine Habib es la segunda capitana del barco. Mantiene la guardia del Arctic Sunrise de cuatro a ocho de la mañana y de cuatro a ocho de la tarde. Durísima, profundamente parca, le ha tocado la tarea nada agradable (para las visitas) de convertirse en la anfitriona, recepcionista, guía de del barco. En veinte minutos, con disciplina y voz de mando, menciona las reglas y brinda una clara radiografía del barco:
Desayuno: 7.30 de la mañana. Almuerzo: 12 horas. Cena: 18.
Cerveza: Sólo después de las cinco de la tarde. Greenpeace no paga los vicios. Igual que las gaseosas en lata, peligroso icono de las multinacionales, estas consumiciones se pagan: cincuenta centavos de dólar la lata.
Los tripulantes suelen superar las 23 personas. Las sillas del comedor son 18. El servicio es autoservicio, y las recomendaciones incluyen sobremesas extremadamente cortas por horario y por los que aún no han comido.
A bordo hay un cocinero, Daniel. Extraordinariamente un asistente, Valeria. No hay lavacopas ni lavavajillas. Y lo peor: no hay nadie convencido de que el agua no sea un preciado recurso a punto de extinguirse del planeta. Conclusión: la tarea de lavar un plato puede transformarse en una de las pesadillas del viaje. Cada quien pasa frente a una pileta con un tacho y una pequeña esponja: la canilla se abre y se cierra medio segundo, suficiente para el enjuague.
Los tachos, uno de los más temibles mandamientos de a bordo. Hay tres en el comedor y uno en la cocina. Todos con carteles de indicaciones de basuras distintas. Una equivocación puede transformarse en una grosería y además, se paga: por arrojar en un mismo cesto papel y aluminio, el precio es de, dice Madeleine, una lata de cerveza.
No hay demasiadas comunicaciones con el exterior. Los activistas no las necesitan. Existe un solo teléfono satelital de 8 euros el minuto. Y dos computadoras sólo habilitadas para el correo electrónico. Un cartelito cercano a las máquinas anticipa que ya se trata de otro de los bienes escasos: los tripulantes sólo pueden enviar un mensaje por día.