SOCIEDAD › EL GOBIERNO SE APRESTA A ENVIARLO AL CONGRESO
Un convenio contra el humo
El Convenio Internacional para el Control del Tabaco, que prohíbe la publicidad de cigarrillos en los medios audiovisuales, en la vía pública y también en los espectáculos deportivos, todavía no fue enviado al Congreso para su ratificación. “El proyecto está a la firma del presidente (Néstor Kirchner), que en septiembre anunció la adhesión del país a la iniciativa y que en los próximos días va a suscribir el proyecto de ratificación para enviarlo al Congreso Nacional”, anticipó ayer a Página/12 el subsecretario de Programas de Prevención y Promoción del Ministerio de Salud, Andrés Leibovich. Tanto Leibovich como el diputado Oscar González, titular de la Comisión de Salud de la Cámara baja, estimaron que la iniciativa “va a contar con el consenso necesario para su aprobación”, aunque se presume que habrá oposición por parte de los legisladores de las provincias tabacaleras, entre ellas Misiones y Jujuy.
“No hay ninguna duda de que el Gobierno está a favor de la ratificación del apoyo de la Argentina al acuerdo marco contra el tabaco”, sostuvo Leibovich, desechando alguna controversia surgida a partir de la demora en la elevación al Congreso del proyecto. “Desde que asumió, el Gobierno ha expresado una clara política antitabaco y llevó esa postura a todos los foros internacionales; prueba de ello es que hoy el tema está en la agenda de todos los ministros de Sudamérica.”
Leibovich sostuvo que el ministro de Salud, Ginés González García, “está fuertemente comprometido con ese objetivo, porque se trata de una política de Estado que toma muy en cuenta que en el país hay cada año 40 mil muertes producidas por el tabaquismo”. Sobre la demora en el envío del proyecto, aclaró que “una iniciativa de este tipo tiene que pasar por una serie de instancias, que van desde la Cancillería hasta la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, antes de su aprobación final”.
Respecto del futuro de la iniciativa, una vez que ingrese al Congreso de la Nación, Leibovich estimó que “existe un fuerte nivel de consenso para la ratificación”. Consultado sobre la posición contraria de algunas provincias tabacaleras, estimó que la actitud “carece de lógica y de una motivación”. Es ese sentido, resaltó que “la industria recién va a tener alguna consecuencia a larguísimo plazo, porque ahora no se dice que está prohibido vender cigarrillos y van a tener el tiempo necesario para lograr una reconversión sin que se produzcan despidos de trabajadores, más allá de lo que están decidiendo las propias empresas por propia decisión”.
El acuerdo marco, aprobado por los estados miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene por objetivo la prohibición total de la publicidad en los medios audiovisuales, en la vía pública y en los espectáculos deportivos. La OMS dijo que el tabaquismo provoca, cada año, 4,9 millones de muertos en los 192 países nucleados en el organismo continental y en el año 2020 la cifra podría llegar a los diez millones. El convenio internacional quiere suprimir de plano propagandas engañosas que afirman que algunos cigarrillos son menos dañinos que otros.
El convenio internacional endurece la lucha contra el contrabando de cigarrillos, alienta políticas de reconversión de la industria tabacalera e induce a los gobiernos a que se aparten de las empresas y monopolios tabacaleros.