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La renuncia de Amadeo D’Angelo a la Jefatura de la Bonaerense tuvo eco en las esferas más altas de la gobernación. De todos modos, los ecos tenían sonidos diferentes. El gobernador Felipe Solá aseguró que “si D’Angelo no hubiera renunciado, yo mismo se lo habría solicitado”. Después, para atemperar, aclaró que “nosotros pensamos muy bien de este ex funcionario”. Un escalón más abajo, el ministro de Seguridad bonaerense, Luis Genoud, reflexionó desde el costado sentimental: “La de D’Angelo es una pérdida importante. Afecta, y golpea mal a la fuerza”. Y agregó, en lo que parecía un discurso dirigido hacia los propios afectados y mal golpeados: “Pero hay que retemplarse”.
El gobernador aseguró que el allanamiento realizado por la Justicia de San Martín a la casa del ex jefe policial en Quilmes lo tomó “por sorpresa” y que no estaba “enterado de que (D’Angelo) estuviera imputado en una causa judicial”. Solá aclaró que “me pareció absolutamente correcto que haya pensado que frente al allanamiento de su vivienda por una causa judicial en investigación haya pedido su alejamiento. Si no renunciaba, yo mismo le hubiera pedido la renuncia porque por el cargo que ocupa no debe tener ningún tipo de sospecha”. Para morigerar su afirmación, agregó que “nosotros pensamos muy bien de este ex funcionario, pero preventivamente tenía que renunciar y pasar a retiro”.
El ministro de Seguridad, jefe directo del ex jefe de los uniformados, planteó la cuestión desde la remembranza: “Es una pérdida importante”, dijo. Genoud reveló que, en una conversación con D’Angelo, el ex uniformado le dijo: “Me inspeccionaron la vivienda. Soy inocente pero debo dar un paso al costado y le ruego me releve de inmediato”. La conversación, de la que sólo Genoud fue testigo, derivó en un llamado del ministro al fiscal general de San Martín, Luis Chichizola: “Hablé con el juez (sic) Chichizola y me dijo que no es para alarmarse el hecho de que aparezca mencionado en la causa”. Para subrayar la temporal inocencia, pero inocencia al fin, del ex jefe policial, Genoud subrayó expresamente que “no tiene ninguna causa, no está procesado. Tiene una imputación como la puede tener otro funcionario”. Para evitar una renuncia de funcionarios en masa, después cambió de flanco, para pasar a comentar sobre el impacto que produjo la renuncia de D’Angelo en la Bonaerense: “Repercutió en la fuerza de una manera muy fuerte. Golpeó mal y conmocionó. No obstante, la vida de la institución continúa. Después de esto hay que retemplarse”, enfatizó.