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“En Puruchuco-Huaquerones los habrá superado la cantidad; en Buenos Aires, pasa todo el tiempo”, resumió la arqueóloga Alicia Kurc –a cargo del área de extensión educativa del Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti-. A quienes superó la cantidad de restos arqueológicos bajo una barriada peruana es a “los empresarios de la construcción, que cubren los hallazgos o los destruyen para que nadie se entere: en Buenos Aires es lo más común; la mayoría de las veces, para no detener las obras y evitar gastos, nos ocultan la información”.
Según la arqueóloga, “las autoridades argentinas no se ocupan suficientemente de la actualización y cumplimiento de las leyes de patrimonio. En cualquier caso, todo lo que se encuentre en el subsuelo no es de patrimonio particular, según la legislación argentina. En zonas donde se presume la posibilidad de que haya restos arqueológicos, como es el caso en distintos lugares de la ciudad de Buenos Aires, antes de proceder a la obra corresponde un peritaje para establecer si debe recurrirse a la ‘arqueología de salvataje’”.