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Por M. C.

“Enseñarles a cuidarse a nuestros hijos (a evitar un embarazo indeseado o el contagio del VIH–sida) es como enseñarles a robar sin riesgos, con chaleco antibalas. No queremos que les enseñen a cuidarse, queremos enseñarles la castidad”, afirmó Mónica Del Río, de una de las organizaciones “pro vida” invitadas ayer a la Comisión de Educación para expresar su posición sobre el proyecto de ley que incorpora la educación sexual obligatoria en las escuelas porteñas. De esta forma, la mujer equiparó el hecho de que los adolescentes tengan relaciones sexuales prematrimoniales con un delito. La oposición al proyecto fue el denominador común de las entidades “pro vida”. Más moderados resultaron los integrantes de la Comisión Arquidiocesana de Padres, que pidieron que el proyecto contemple, de alguna forma, incorporar a los padres. A favor de la iniciativa se manifestaron el pastor Lisandro Orlov, en representación de la Comisión Ecuménica por la Educación Sexual, y reconocidos expertos en la materia, entre ellos María Luisa Lerer, de la Asociación Mundial de Sexología, y Roberto Gindin, presidente del Centro de Estudios, Terapia e Investigación Sexual.
El viernes próximo expondrán otros especialistas, el 8 de octubre será el turno de representantes de colegios y gremios docentes y el 15 –la última ronda de consultas– voceros del Consejo Central de Educación Judía, de la Federación de Centros Educativos Evangélicos y de la Vicaría de Educación Católica.