SOCIEDAD › RECLAMO DE PACIENTES DIABETICOS QUE NO CONSIGUEN EL MEDICAMENTO
La insulina existe, pero nadie la ve
“Es como si faltara el oxígeno.” Así definió José, padre de una diabética, lo que significa la escasez de insulina para los enfermos. Los diabéticos argentinos están en riesgo: hace varios días que no consiguen la insulina necesaria para vivir. Las farmacias aseguran que no tienen, aunque se les ofrezca pagar en efectivo. Los pacientes sufren la peor parte porque un día sin insulina equivale a un coma diabético, que puede derivar en la muerte. Por eso, pacientes, familiares y miembros de la Red Solidaria se movilizaron ayer al Ministerio de Salud en busca de soluciones.
“La falta de insulina nos está poniendo nerviosos –dijo Bibiana–. Ya es difícil vivir como diabético y encima nos la complican más.” Ella pertenece a una obra social y en las dos farmacias autorizadas no le dan la medicación ni tampoco una explicación del motivo de la falta de insulina. “Me agarró la desesperación, algunos amigos me dijeron que viaje a Uruguay porque ahí se consigue, pero ¿con qué plata?”, se preguntó.
La Red Solidaria había recibido hasta ayer más de 170 llamados de todo el país por este tema. A cinco pacientes al borde de un coma diabético, les sugirieron llamar a una ambulancia. Como contraparte, 40 personas se ofrecieron a donar insulina. “Es una catástrofe inédita, nunca tuvimos un problema de esta gravedad”, recordó Juan Carr. Y añadió que “el diabético se desestabiliza con el stress, por lo que todo esto lo está perjudicando”.
Daniel tiene 44 años y medicación para tres días, nada más. Hace dos semanas que no consigue la insulina, que le provee gratuitamente por ley su obra social. Cree que “alguien la tiene, no es un medicamento difícil de conseguir y es de uso común”. “La busco en la obra social y me dicen que no depende de ellos y en las farmacias cuentan que la droguería se la queda”, relató. Su teoría en medio de la angustia es que la insulina va a aparecer “la semana que viene, no bien se libere el dólar”.
Sin embargo, el gerente general de Novo Nordisk, Federico Grayeb, aclaró que el laboratorio “entregó normalmente sus pedidos, con el precio de siempre y en pesos” y descartó que haya problemas entre los fabricantes y las droguerías. “Esto es muy grave porque a veces las obras sociales no dan las recetas o las farmacias no las aceptan por la falta de pago”, opinó.
José Alvarez tiene una hija de 32 años, que es diabética desde los 6. Se cansó de recorrer 12 farmacias en una semana para comprar la insulina. “Quise pagarla en dólares y me dijeron que no había”, se quejó. La presidenta de la Liga Argentina de Protección al Diabético, Antonia Dinardo, comentó que están recibiendo 20 llamados diarios de solicitudes de insulina y cargó contra las droguerías que “están especulando con la situación económica”.
Por su parte, el titular de la Confederación Farmacéutica Argentina, Daniel Alvarado, dijo que “hay problemas con insulina pero no como para sembrar el caos”. Además, agregó que las farmacias “tienen stock pero tiene que ser repuesto por la droguería”. “Tiene que primar la racionalidad, porque el diabético necesita sí o sí la insulina”, alertó.
“Lo que nadie entiende es que no se trata de la salud, no es que no podés curarte un resfrío. Se trata del derecho a la vida”, reflexionó Daniel, sin perder las esperanzas de que en las 72 horas garantizadas que le quedan con medicamentos, llegue la solución.