SOCIEDAD
Para no caer en la trampa
Para evitar ser víctima de un denominado “secuestro virtual”, los especialistas en secuestros hicieron algunas recomendaciones:
- Desconfiar de la denuncia de un secuestro cuando el presunto captor pida códigos de tarjetas telefónicas como rescate. Por lo general ese pedido lo hace un preso que luego utiliza los pulsos para hablar con familiares y abogados desde el teléfono público del pabellón donde está alojado.
- No aceptar una llamada cuando la empresa telefónica advierta que la comunicación entrante proviene de una unidad carcelaria.
- No dar por teléfono nombres, direcciones, ni información sobre el grupo familiar. Generalmente, los secuestradores virtuales dicen que capturaron a “un familiar” o “un pariente”, sin precisar la identidad.
- Hacer la denuncia policial.