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“Parecía el Tío Alberto, el de la canción de Serrat”, describió uno de los investigadores de Aeroparque. Alto, bien vestido, de pelo blanco. Viajaba a Punta del Este por Pluna, pero cometió un error. En su equipaje había un sobretodo, pulóveres muy gruesos y ropa para un invierno demasiado crudo. La impresión era que viajaba a Europa y era raro que no lo hiciera a través de Montevideo. Lo concreto es que el juez Marcelo Aguinsky ordenó su detención y le encontraron dos paquetes con un kilo y medio de cocaína. La impresión es que ese ciudadano argentino, al tanto de los escándalos de droga en Ezeiza, resolvió tomar el camino Buenos Aires-Punta del Este, de allí a Montevideo y de la capital uruguaya a Madrid, destino de casi toda la cocaína que se ha descubierto en las últimas semanas. Entre los jueces en lo penal económico no hay demasiado motivo para el asombro. “Lo habitual es que haya detenciones de este tipo cada día por medio. Lo que está pasando en las últimas semanas no es raro, le resulta raro a la población porque tras el caso Southern Winds todo tuvo una enorme repercusión. Lo del viaje Buenos Aires-Punta del Este es lo que conocemos como una mula y eso es lo corriente. Si hubiera mayor control tendríamos todavía más detenidos. Lo que se salió del molde fue lo de SW: cuatro valijas con 60 kilos, con el hijo del jefe del aeropuerto prófugo y empleados jerárquicos de la línea aérea detenidos. Eso sí es inhabitual”, resumió un magistrado en diálogo con este diario.