SOCIEDAD › INVESTIGAN SI LA “EXTRAVIO” LA POLICIA
Un arma bajo sospecha
Por C. R.
En la causa contra el militar retirado Arturo Kiernan, de 70 años, por tenencia de un arsenal de guerra, se detectó otro posible delito que abre un manto de sospecha sobre la Justicia y el personal policial que la asiste. Entre las 300 armas que tenía Kiernan en su casa de Quilmes figuraba una pistola Glock, calibre 45, que había sido secuestrada en un operativo policial y que debería haber estado, a buen recaudo, en poder de la Justicia. Hasta ahora sólo se sabe que el arma “se extravió”, según dijo a Página/12 una fuente judicial, durante el traslado de un tribunal de Quilmes a una fiscalía de Lomas de Zamora. Los encargados de llevar el arma de un lugar a otro fueron policías. El delito que se investiga es “malversación” de un efecto público. Si el arma fue robada por algún funcionario, la pena sería de dos a diez años de prisión.
En la causa Kiernan hubo dos novedades y las produjo el fiscal Ricardo Maidana, quien se declaró incompetente para seguir investigando el caso de “acopio de armas de fuego, tenencia de explosivos y portación ilegal de arma” abierto contra el ex militar. Maidana interpreta que el expediente debe ser tomado por la Justicia Federal. Antes de anunciar el paso al costado, el fiscal de Quilmes denunció en sede judicial que la Glock, una de las 300 armas que tenía Kiernan, debía haber estado en el Tribunal número 9 de Lomas de Zamora y no en manos del imputado.
El itinerario de la Glock ha sido azaroso. A su legítimo dueño, un particular cuyo nombre no se dio a conocer, se la robaron en Lomas de Zamora y, luego, los ladrones la usaron para un robo a mano armada que se cometió en Quilmes. En este partido fue secuestrada por la policía, una vez que los delincuentes fueron detenidos. En Quilmes se realizó el juicio oral, hubo condenas y, como corresponde, el arma fue devuelta a la Justicia de Lomas de Zamora, donde tramitaba la denuncia por sustracción del arma, que debía ser restituida a su dueño.
“Lo extraño, en primer lugar, es que de Quilmes se enviara el arma a la Fiscalía 9 (de Lomas), cuando debía haberse remitido al Tribunal Oral 9. Pero eso no es nada: el arma estaba en la casa de Kiernan”, confirmó la fuente consultada por este diario. El fiscal Maidana hizo la denuncia para que se investigue quién le entregó el arma a Kiernan.