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Afrontar su maternidad sin un casamiento de por medio no representa un problema para Sonia Bruno, profesora de inglés. Incluso cuando el plan era casarse y la situación se modificó porque su pareja se fue antes de recibir la bendición en el altar. Sí es un problema para las autoridades religiosas del Instituto Santa Rita, en Brandsen, donde la docente da clases con su panza de siete meses. El párroco del colegio, Mario Peralta Luna, considera incompatible la docencia con el embarazo de una soltera. Por eso, denunció la profesora, el sacerdote le propuso una solución: renunciar o esperar a que la despidan. Es que los alumnos –bien informados sobre la doctrina de la Iglesia– preguntan “cómo está embarazada sin tener un marido”, dijo Sonia que le comentó el cura. Consultado por Página/12, Peralta Luna aseguró que la conversación con la docente fue “de carácter privado” y sostuvo que “jamás podría haber dicho lo que ella manifiesta”.
Sonia tiene 28 años y lleva seis dictando clases en el Instituto Santa Rita, un colegio privado y católico. El lunes pasado, la autoridad religiosa de la institución le dijo que tenían que hablar. “Me explicó que estando embarazada no corresponde que esté al frente de los chicos. Que ellos le habían preguntado cómo es que estoy embarazada y no tengo marido. Entonces me dijo que como no tenía otro puesto para darme podía renunciar o esperar la liquidación de haberes, y que me podía reincorporar en abril del año que viene”, contó a este diario.
“Yo no creo que los chicos pregunten eso, es más –detalló la profesora–, los chicos y los padres siempre me brindaron su apoyo por mi situación.” Según la docente, en el instituto estuvieron enterados del embarazo “desde el primer día”.
El cura Peralta Luna indicó que “la conversación con la profesora fue de tipo privado y se trataron cuestiones morales”. “No tengo nada para opinar y no tomé ninguna decisión. Tengo 15 años de párroco en una iglesia que tiene hogares para madres solteras. Jamás podría haber dicho lo que ella manifestó”, disparó, a pesar de no querer dar a conocer qué temas recorrieron en la reunión.
Los representantes legales del colegio le comunicaron a la docente que no iban a despedir a nadie por esos motivos y que no estaban de acuerdo con la opinión del religioso. Mientras tanto, un grupo de padres comenzó a reunir firmas en apoyo a la maestra, quien consideró que “el problema con mi embarazo lo tiene el cura”.

Informe: Lucas Livchits.