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Por C. R.

El Café Plaza piano-bar está ubicado en la avenida 4 y 111, es decir en pleno centro de Villa Gesell. Sin embargo, no tiene nada que ver con el ruido y mucho con el disfrute sereno de una buena cerveza, argentina, inglesa o belga, y con deliciosas tablas de quesos y fiambres alemanes (leber ahumado o trufado, cracovia, lomo suizo o canadiense), ibéricos (lomo embuchado, butifarra), de campo (bondiola serrana, salame chacarero) o patagónicos (fiambres ahumados de ciervo, jabalí, salmón). Sus dueños son Gracia Agudín y Tito Ponte, dos porteños de Barrio Norte que hace quince años se mudaron a La Villa para abrir su casa de té, cervecería y pub.

Las paredes están llenas de posavasos de todas las marcas y colores del mundo, afiches de veladas en el Teatro Colón de Buenos Aires, en 1908, o recuerdos del Moulin Rouge o del Palais de Glace. También se pueden ver fotos de Tita Merello leyendo la revista Nocturno o de un café de Venecia, por nombrar apenas dos extremos. En materia de cervezas, se pueden encontrar marcas inglesas como Beer Nut, Oatmeal Stout o Imperial Stout, belgas como Chimay o Duvel, además de algunas marcas artesanales argentinas como El Bolsón, Weis o Fisherman’s. Es un lugar cálido y acogedor, propicio para un examen de con

ciencia o para emborracharse.
Todas las tardes, a las cinco en punto, un par de señoras alemanas concurren para la merienda, que para ellas consiste en bajarse dos faroles de whisky puro, mientras cuentan historias. En su idioma, claro.