[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

¿Se puede gastar menos sin perder calidad nutricional en las comidas? ¿Es posible comer bien cuando no se tiene tiempo para cocinar? ¿Cómo lograr que los chicos aprendan a comer sano? Estas y otras preguntas serán respondidas durante una serie de charlas gratuitas abiertas a la comunidad programadas en la primera jornada del Congreso Argentino de Nutrición. Una de las especialistas a cargo de la actividad, adelantó a Página/12 algunos de los consejos y estrategias que se darán ese día.
“De chicos siempre nos dijeron que sin carne no podíamos crecer sanos porque las proteínas de origen animal son completas, y que, en cambio, las legumbres y cereales, que son alimentos más baratos (como polenta, fideos y arroz), tienen proteínas incompletas, que no alcanzan para que el organismo pueda formar estructuras que le permitan funcionar eficientemente. Pero ahora sabemos que cuando se come cereal con legumbre, la proteína se completa. Entonces, hay formas sencillas y baratas de mantener la calidad nutricional. Por ejemplo, combinando arroz con arvejas o con lentejas; polenta o fideos con salsa con un poquito de carne picada; o arroz con leche. Todos estos platos son fáciles de armar con los bolsones de comida que dan en los planes sociales”, explicó Marcela de la Plaza, médica especialista en nutrición. La proteína vegetal, además, tiene una gran ventaja: aporta al organismo grasas que son “buenas” para la salud, al contrario de lo que ocurre cuando se ingiere carne asada o queso, alimentos que aportan grasas saturadas que contribuyen a aumentar el nivel de colesterol, agregó.
Otro secreto que mejora la calidad nutricional de un plato, cuenta De la Plaza, es aprender a agregar al menú frutas y verduras de varios colores. Hay que saber –dice– que las de color naranja tiene principios nutritivos distintos a las verdes. “Una manera de abaratar los costos es cultivarlas en casa o comprar frutas y verduras de estación”, agregó.
Para que los chicos aprendan a comer sano, De la Plaza sugiere que se les explique “qué es lo bueno de comer frutas y verduras”. “Existe una creencia generalizada de que las verduras pierden nutrientes cuando se cocinan. Lo único que se les va es la vitamina C, pero no las fibras y está demostrado que la ingesta de fibras disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon, divertículos y constipación”, detalló. También son importantes los fitoquímicos, las sustancias químicas responsables del color y el sabor de los alimentos. “Hoy se sabe que la mayoría resultan antitumorales cuando se consumen 5 porciones entre frutas y verduras por día y de distintos colores. Aquí nuevamente es importante la combinación”, señaló De la Plaza. El fitoquímico del tomate es el licopeno. “Se sabe que entre otros, previene el cáncer de próstata. No sólo no se va con la cocción, sino que con un poquito de aceite y al calor, es decir, preparado en salsa, es mejor aprovechado por el organismo”, contó la especialista.