SOCIEDAD
Buscando un riel
Por Carlos Rodríguez
A mitad de semana los buzos de la Prefectura comenzarán a trabajar en el lago de la tosquera de Ezpeleta, para buscar en sus profundidades un trozo de riel del ferrocarril. En su relato ante el juez de la causa, el detenido Marcelo Cejas, “Chelo”, confirmó que Diego Peralta fue asesinado a cuchilladas en ese lugar, a metros de la autopista Buenos Aires-La Plata, y que después “los autores del crimen trataron de ocultar el cuerpo en el fondo del lago, atándolo con alambres a un trozo de riel ferroviario”. Es considerado uno de los “pocos elementos” que faltan para corroborar la veracidad de la versión que dio “Chelo”.
Al parecer, el cuerpo fue arrojado cerca de la orilla, en el extremo más lejano a la autopista, en un sector donde metiéndose en el agua se llega de inmediato a profundidades de entre cinco y diez metros. “En otros lugares se han formado escaleras y se puede ir bajando de a poco, aunque ya en el segundo escalón por lo general un hombre de pie queda totalmente tapado por las aguas”, explicó a Página/12 una fuente de la investigación.
La causa, aunque en algún momento se dijo que pasaría a dominios de la Policía Federal, siguió en manos de la Policía Bonaerense. Si bien la responsabilidad jerárquica le corresponde al comisario Angel Casafús, titular del Grupo Especial Antisecuestros, el trabajo de campo lo hizo el subcomisario José Alberto Hernández, jefe de la Subdelegación de Investigaciones de Esteban Echeverría.
Se dijo que Hernández había sido retirado del caso porque estaba vinculado a una causa por corrupción, pero eso hoy es desmentido. La familia Peralta había hecho correr la noticia, aunque con una aclaración: ellos querían que volviera Hernández porque era el único que les daba “algo de confianza”. Hoy los Peralta están molestos por el cierre del caso sin participación policial: “Le echan la culpa a unos rateros. Voy a seguir denunciando lo que está mal y espero que la prensa me acompañe”, advirtió Emilse Silva, la mamá de Diego, que perdió la “buena onda” que dijo que tenía con la policía antes del secuestro de su hijo.