Domingo, 7 de febrero de 2010 | Hoy
VALE DECIR
En Kentucky, Estados Unidos, el Senado aprobó una legislación que obliga a las mujeres que quieran abortar a hacerse previamente una ecografía. Bajo la ley actual, el único requisito para interrumpir un embarazo es que la mujer tenga, al menos veinticuatro horas antes del procedimiento, una entrevista con un médico; se puede realizar por teléfono.
Según la nueva ley que propone la senadora republicana Elizabeth Tori, las mujeres se verían obligadas no sólo a realizar la entrevista en persona sino también someterse a una ecografía. “Un técnico trabajando con el médico deberá [...] explicar lo que muestra el ultrasonido, [...], mostrar las imágenes para que la mujer pueda verla [...] y explicar las imágenes, incluyendo las dimensiones del embrión o feto y los miembros u órganos internos que se puedan apreciar”, dice el texto de la propuesta.
El diario CourierJournal, de Louisville, Kentucky, dice que la reacción de la senadora demócrata Kathy Stein fue directamente proponer que se vote sobre la prohibición del aborto. “Es obvio por las acciones de esta asamblea durante los últimos catorce años eso es lo que buscan”, declaró. “Creo que podemos dejar de lado las excusas. Todos podemos leer entre líneas.”
Si bien una ecografía es una medida recomendable para un aborto seguro y responsable, las organizaciones pro-aborto arguyen que este tipo de medidas, de tinte paternalista, no apuntan a ayudar a la mujer, sino que más bien dan por sentado que si quiere abortar es porque no sabe lo que hace.
La propuesta fue aprobada en el Senado y pasó a la Cámara de Diputados, donde se espera que sea derrotada en un comité, como sucedió con otras medidas similares.
Con semejante sadismo hacia la mujer que decide hacer lo que quiera con su cuerpo, sorprende que la ley, al menos, contemple que “la mujer no se encontrará obligada a mirar las imágenes del ultrasonido; ni el técnico, ni el médico, ni la mujer sufrirán castigo si la mujer se niega a contemplar las imágenes”. Quizás en la próxima enmienda propongan un aparatito, como en La naranja mecánica, que las obligue a mirar la pantalla durante horas.
La legendaria película El día de la marmota, de 1993, con Bill Murray, transcurre durante dicha celebración. Es una tradición que existe de verdad: cada 2 de febrero, en Estados Unidos y Canadá, se conmemora este día. La fiesta consiste en ver a una marmota salir de su madriguera; si el animalito no puede ver su sombra, entonces no vuelve a meterse al agujero, y esto significa que el invierno pronto terminará. En cambio, si la pequeña bestia vuelve a su guarida, pasarán seis semanas más de invierno.
La marmota inmortalizada en la película de Harold Ramis es Punxsutawney Phil: se llama así porque es oriunda de la ciudad del mismo nombre, en el estado de Pennsylvania. Durante más de 120 años, Phil predice cuándo terminará el invierno. (Las marmotas no viven más de 10 años, por lo que es certero que Phil ha tenido varias encarnaciones.)
El famoso grupo defensor de los derechos de los animales PETA quiere retirar a Punxsutawney Phil. Según un cable de la agencia Reuters, los militantes de la organización sostienen que la festividad, a la que asisten anualmente más de cuarenta mil personas, es un evento traumático para Phil.
Bill Deeley, socio del Club de Marmotas y encargado de la fiesta, respondió que le parecía ridículo retirar a Phil y cambiarla por un robot. Además contó que la marmota tiene una revisación médica anual y vive en un recinto zoológico climatizado.
“La tratan mejor que al niño promedio de Pennsylvania”, explicó Deeley, planteando una duda cruel: ¿la marmota está muy mimada, o los niños de Pennsylvania están muy maltratados?
Solos en la madrugada del cosmos
“Los aliens podrían ser como nosotros y eso no significa nada bueno”, advierte el profesor de paleobiología evolutiva Simon Conway Morris. “No tenemos un buen historial.”
En una conferencia reciente que se llevó a cabo en la Royal Society, en Londres, varios expertos se juntaron a debatir formas de detectar vida inteligente en el cosmos y lo que ello podría significar para la humanidad.
Albert Harrison, profesor de Psicología de la Universidad de California, también rechaza la idea de que los extraterrestres que dominen el viaje espacial sean necesariamente tan avanzados como para haber eliminado la guerra, la pobreza y la discriminación. “Creo que hay un riesgo en la búsqueda activa de vida inteligente en el universo”, declaró Harrison al diario The Guardian. “La idea general es que son amistosos, están lejos y no pueden llegar. Pero si un día nos despertamos y hay una flota de naves espaciales rodeando la Tierra, creo que esa predicción no se va a sostener.”
Para peor, según contó el astrofísico Martin Dominik a la revista Nature, ningún gobierno tiene procedimientos a seguir en el caso de que se descubra vida inteligente. El proyecto SETI, una iniciativa que utiliza enormes radiotelescopios para buscar señales de más allá de la Tierra, ofrece el único documento con instrucciones a seguir en caso de detectar a una civilización alienígena: aconsejan confirmar el resultado, dar un anuncio internacional y abstenerse de responder inmediatamente.
El astrónomo Frank Drake, fundador del proyecto SETI (y aparentemente el único que no les tiene miedo a los marcianos), se preocupa por otra cosa. “Cada vez es más y más difícil oírnos”, explica Drake. “Nuestras señales de radio y televisión son cada vez más eficientes, y por lo tanto más débiles.” Hace años, se utilizaban enormes antenas que enviaban transmisiones de gran potencia, que llegaban al espacio. Hoy en día alcanza con 75 watts —suficiente para que las señales lleguen a los satélites pero muy tenues como para que se difundan por el cosmos—.
Atrás quedó el mensaje de la sonda Pioneer, el sueño de Carl Sagan de contactar con otros mundos, la película Contacto. ¿Será por eso que es tan difícil detectar vida inteligente? No sería raro que todos estuvieran escondiéndose de todos.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.