POR SHOHEI IMAMURA
Estaba en casa el 11 de septiembre. Me sorprendió que el terrorismo desafiara al país más poderoso del mundo. Bush hizo una declaración de guerra. Pensé que esta guerra sería larga. Antes de este film, no se me había ocurrido ningún proyecto sobre el tema. Me había llevado en préstamo de una biblioteca un libro titulado El Islam y el año 2000, pero era largo y complicado. Apenas leí la mitad.
Bush hizo un llamado a la solidaridad nacional y proclamó su amor a la patria sobre el fondo de la bandera nacional. Esta imagen me pareció un poco excesiva. Yo acababa de releer una antología de poemas. Incluía una traducción de un poema de Tou Fou que me emocionó. Inmediatamente, le pedí a Daisuke Tengan que redactara un guión centrado sobre ese poema. Pero once minutos era muy poco tiempo, y eso me costó. El diálogo suele ser el eje de mis films, por eso tiendo a hacer films más bien largos. Con la realización de este cortometraje, no pensé tanto en los acontecimientos como que debía ser verdaderamente un cortometraje. Mis films tienen en general 150 escenas. Intenté hacer un film que tuviera solamente 15. Pedí a Ken Ogata la caligrafía y la lectura en off del poema de Tou Fou. Nijiko Kiyokawa era una actriz teatral, y yo ya había apreciado su vigorosa actuación. La había elegido porque su delicadeza resultaba muy conveniente en una escena, que figuraba en la primera versión del guión, donde ella exhibía todo su afecto por un nieto que jugaba a que era una serpiente. Desgraciadamente, Nijiko enfermó antes de que empezáramos a filmar, y después murió. Hubo que elegir otra actriz. Lo lamentamos.
No tuve ningún problema en trabajar sin saber qué hacían los otros directores. Me parecía muy bien que la inspiración proviniera de varias personas de países diferentes. Me parece un poco dudoso, en cambio, pensar que el film contribuya de algún modo a la paz. Y una ruptura, como la Revolución Francesa o la Revolución Rusa, no pienso que se haya producido con los acontecimientos del 11 de septiembre.