El receso que goza el fútbol profesional marca la agenda de actividades para dirigentes y entrenadores de los clubes del fútbol argentino. Es tiempo de recomponer los equipos y agudizar el diagnóstico en las inferiores para decidir qué juvenil se promoverá en la próxima temporada. Pero en Central no sólo deben ocuparse de lo que suceda en materia deportiva. De acuerdo al estatuto, los socios de Arroyito deben volver a las urnas en los próximos meses, aunque la dirigencia que preside Pablo Scarabino aún no fijó fecha para convocarlos. Y no lo hará hasta, al menos, conocer la suerte del equipo de Leonardo Astrada en las primeras fechas del Apertura. Pero la incertidumbre institucional no descansa en un número del calendario. Es que no son pocos los que temen en el fracaso del llamado a elecciones. La oposición se organiza en una lista única que será respaldada por diversos empresarios de la ciudad. Pero algunos ya vaticinan una lucha judicial por el poder canalla ante el temor de que la Junta Electoral no les oficialice la lista opositora.

"A Central le puede pasar lo mismo que a Ñuls: que los socios pierdan su capacidad de voto", advirtió un socio canalla que acercó algunas denuncias a la Justicia sobre el gobierno de Pablo Scarabino. Pero estas sospechas no son de reciente aparición. En Arroyito empezaron a dudar de la salud política del club el pasado 28 de octubre, cuando en una asamblea llevada a cabo en la subsede del Cruce Alberdi se modificó el Artículo 33º del estatuto que refiere a las condiciones a reunir por un socio con aspiraciones políticas.

Anteriormente, el reglamento de la institución exigía tres años de antigüedad como socio para postularse en un cargo a dirigente, a excepción de presidente y vice, que debían reunir cinco años como adherentes al club. La modificación promulgada el año pasado ahora requiere de 10 años de antigüedad para cualquier cargo y prohíbe una segunda reelección. Aunque para el caso de Pablo Scarabino, su primer período se contabilizará recién en la próxima gestión, en caso de imponerse en las elecciones de este año. Con lo cual el actual titular canalla podría gobernar hasta el 2014, atento que los nuevos períodos de gobierno serán de 4 años.

Con estas modificaciones la dirigencia canalla dejó fuera de carrera a muchos socios que habían mostrado cierto interés por enfrentar al oficialismo en las urnas. Aunque el mayor respaldo institucional floreció en los pasillos de Tribunales. La Justicia Penal, tras más de una decena de pericias, desnudó las irregularidades que distinguieron a la anterior comisión directiva auriazul. Las investigaciones dejaron sin credibilidad a varios de los ex directivos que podrían relanzar su actividad política en comicios venideros. Pero las seguridades que acercaron las modificaciones estatutarias y las investigaciones judiciales solicitadas por Scarabino se vieron eclipsadas por los últimos actos de gobierno.

Es que la causa penal ahora no tiene juez a cargo, duerme en la Sala III y Scarabino ya no muestra la misma determinación para pedir por el progreso de las investigaciones. Si bien la situación judicial de los canallas no tiene trascendencia mediática, el mayor revés político llegó días atrás, cuando el presidente de Arroyito anunció un acuerdo de asistencia financiera con el empresario Orlando Vignatti. Es que Scarabino enfrentó públicamente a Vignatti y supo anunciar que los empresarios que hicieron negocios con la anterior comisión no volverían al club. Pero con el paso de los años aquella promesa envejeció y en mayo último pareció perecer, al reconocer un acuerdo de asistencia financiera con un grupo inversor que representa Vignatti.

Desde el 30 de junio el actual gobierno canalla está en condiciones de llamar a elecciones. Pero hay plazo hasta noviembre para organizar los comicios en Arroyito. La oposición se lanzará con el respaldo de diversos empresarios de la ciudad y no tendrá a ninguno de los ex directivos que acompañaron a Víctor Vesco en su último período. Aunque algunos de los socios que se alistan en la oposición advierten de la posibilidad que "las elecciones queden truncas". "Esperemos que oficialicen las listas. Ya sabemos que hay pocas ganas de organizar los comicios. Y en esta ciudad está demostrado que es fácil perpetuarse en el poder".