Domingo, 9 de julio de 2006 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLÍTICO
Por Pablo Feldman
El presidente Nestor Kirchner dio precisas instrucciones al gobernador Jorge Obeid en la reciente gira por España. En ese avión, tiempo atrás se especulaba con que estaría Carlos Reutemann, mas aun, hubo quien llegó a pronosticar que allí se sellaría "el acuerdo" entre ambos dirigentes.
Nada de eso ocurrió, Kirchner ni siquiera invito al Lole y en cambio subió al avión a Obeid y a Agustín Rossi, que se había quedado en tierra en la gira anterior por Europa -después de la escandalosa salida del bloque que preside el rosarino, de la reutemenemista María del Carmen Alarcón-.
De la pertenencia y lealtad del "Chivo" no hace falta ni siquiera hablar, pero de lo que se trata el año que viene es de volver a ganar la provincia de Santa Fe y no de defender los proyectos del Poder Ejecutivo, que Rossi a conseguido sobrellevar a pesar de que algunos de ellos -especialmente los últimos- son ciertamente impresentables.
Por esa razón -entre otras- fue que desde la Casa Rosada invitaron a Obeid, el único Gobernador oficialista que integró la comitiva.
Kirchner necesita que alguien que no esté directamente involucrado -es decir que no tenga aspiraciones para el cargo- se ocupe de monitorear y medir a los posibles candidatos a la gobernación de PJ.
Como se sabe, Obeid no puede ir a la reelección -la Constitución lo limita- y desde el año pasado que anuncio que "dedicaría todos sus esfuerzos a la gestión" ha cumplido con su palabra; con resultados alentadores. Más allá de las cuestiones pendientes en Santa Fe, la performance del gobierno ha mejorado, y eso le da al Gobernador un margen mayor a la hora de buscar la Casa Rosada un interlocutor valido. De hecho es Obeid y no Reutemann ni Rossi -precisamente por ser potenciales candidatos- el hombre de consulta del jefe del Estado en el tema electoral.
"Midan todo, busquemos entre los que hay y los que podría haber" fue la directiva en Madrid, y si bien Obeid le había mostrado algunos números, Kirchner puso "su gente" a disposición, y en efecto ya estan trabajando en la provincia.
Parte de ese trabajo fue analizar el lanzamiento del primer globo de ensayo: -fuera de las estructuras partidarias provinciales y de la nación- Rafael Bielsa.
Un ADN para conocer la paternidad de la candidatura no permitiría establecer resultados contundentes, pero si alcanzaría para despejar dudas: ni Kirchner, Ni Reutemann, ni Obeid, tienen absolutamente nada que ver con la "ultima fantasía" del ex canciller.
Más aún, la respuesta del Lole de "camina la provincia" es la misma que le da a cada santafesino o turista que se acerque a su despacho, en privado, porque públicamente el Lole ha decidido "guardarse" y en eso es insuperable. Hace meses que no hay ni una sola declaración del senador nacional.
"Cualquiera que haya tratado con el Lole sabe que es muy difícil que apoye algo que no sea a sí mismo", dijo a este cronista un dirigente empinado del PJ en uno de los salones de Senado de la Nación. Y si se repasan los antecedentes, no hay mucho margen para la refutación, si no que lo diga Rossi que lo necesito en los comicios pasados cuando debió enfrentar a Hermes Binner.
Pero la conducta de "misterix" --como lo moteja el decano de los corresponsales porteños en Rosario al ex piloto de Fórmula Uno-- deja esos márgenes de silencio para la libre interpretación, y que mejor que un grupo de aspirantes a poetas y operadores con tiempo libre para "llenar esos huecos" con auspicios a candidaturas. Pero la intentona fue "más frágil que el cristal", y salvo en la Municipalidad de Rosario y el PS -donde se entusiasmaron con que Bielsa fuera el adversario de Binner- no hubo muestras de apoyo serias esa ocurrencia.
La vicegobernadora hizo "de tripa, corazón" para no recibir reproches fraternales, aun sabiendo que "dos Bielsas" eran demasiado para una sola elección, en la que ella aspiraría ser la candidata a Intendenta de Rosario, y dijo "es mi hermano..." sin más.
Rossi, jefe de bloque de Rafael, dijo que "tiene derecho" pero que "la última vez que hable con el me dijo que competiría por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires" con lo cual -sin decirlo explícitamente- marcaba la "seriedad" de la autopostulación del Embajador en Francia que no fue.
Obeid, cuidando las formas, se limitó a decir que "no tuve, no tengo, ni tendré participación en la definición del candidato" para agregar que "dedico todo mi tiempo a la gestión" aunque para nadie es sorpresa que el preferido del Gobernador "fue, es y será" Carlos Reutemann.
Pero la pregunta del millón es ¿qué hará Carlos Reutemann ?
Por primera vez en su carrera política su futuro no depende únicamente de su determinación. Hasta ahora el Lole fue y dejo de ser lo que quiso. Ahora el margen se le ha abreviado y esa determinación unilateral --que lo ha caracterizado-- solo se mantiene para "no ser". Para ponerlo mas claro: Reutemann puede decir que "no" otra vez a una candidatura, pero para terminar siendo el candidato hará falta otro "sí" además del suyo.
Y si bien no parece Kirchner un dirigente dispuesto a resignar una carta de triunfo -tal vez la única con chances- por "diferencias políticas salvables" --como dicen en el entorno presidencial--, sin su explícito aval el Lole no saldría a la cancha.
Entre las cosas que llamaron la atención la semana que paso, se inscriben las declaraciones del funcionario del gobierno nacional y ex mano derecha del Tigre Cavallero, José Luis López, quien anticipó que "la campera roja esta guardada, el Lole en esta no corre", dijo el responsable de los controles de precios.
Lo que cabe preguntarse es si el dirigente cercano a Felisa Micelli dijo eso "por la suya" o si reproduce el pensamiento de importantes sectores del gobierno. El que conoce a López, sabe que no es un principiante, ni habla sin medir las consecuencias, más ahora que integra el elenco nacional.
En las cercanías del Lole, en cambio, hay quienes redoblan la apuesta y ubican al Senador en la formula presidencial. Parece mucho, aunque abonan la hipótesis con que "el perfil de Reutemann le comería votos a Lavagna" en un apresurado escenario en que definen al ex ministro de Economía como ariete de la oposición. Pero nadie puede referir ni un solo comentario, ni una sola conversación, en la que el ex piloto haya expresado su voluntad de ser o no ser candidato.
Por esa razón es que se seguirá la indicación del Presidente, "medir a todos" y a partir de esos resultados se vera quienes son los candidatos. En este marco, y siendo Kirchner un prototípico jefe peronista, tanto las jugadas personales, como las fantasías, o las legítimas aspiraciones, cederán ante la implacable contundencia de los números que hasta el momento no favorecen al partido del gobierno.
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