Bajó la carne vacuna. Pero subió el pollo. Bajaron las verduras. Pero subió el pan. El sube y baja en los precios de los alimentos en Rosario fue uno de los temas que se coló ayer en la agenda de la ciudad. A pocos días de la derogación de la ley 125 de retenciones móviles, los vaivenes en el costo de los productos más importantes de la canasta básica afectan los bolsillos de los consumidores cuyos salarios siguen cayendo. Este comportamiento errático también se traslada al resto de los productos que consumen los rosarinos. En este sentido, Roberto Lázzaro, titular de la Cámara de Supermercados indicó a Rosario/12 que "no hay que olvidar que estamos en un proceso inflacionario. No es que todo aumente al mismo tiempo, pero cada tres meses van aumentando por rubro".

La noticia de la rebaja en la carne fue anunciada ayer por el titular de la Sociedad de Carniceros, José García. El carnicero explicó que "en las calidades superiores el porcentaje de rebaja tal vez sea menor, pero la baja se ubica entre un 8 y un 10 por ciento. Mientras que en las calidades inferiores las bajas son mayores y llegarían a un 12 o un 15 por ciento". De todas maneras, García señaló que "paradójicamente, el pollo aumentó un 20 por ciento. Por lo que estuve averiguando tendría que ver con que se ha exportado más y la oferta es poca".

La situación cambió para los trabajadores de la carne, muchos de ellos suspendidos durante el largo conflicto con el campo. Desde el sindicato afirmaron que una vez derogada la 125 todos volvieron a ocupar sus puestos de trabajo. Además, sostuvieron que varios frigoríficos incorporaron personal; entre ellos el Swift, con el ingreso de 350 trabajadores, y en una planta de Mattievich en Arroyo Seco, donde tomaron a 40 personas. La reactivación en el sector llevó a algunos frigoríficos a agregar horas extras al personal.

Pero la alegría no es sólo carnicera. Otra de las gratas sorpresas registradas por los consumidores rosarinos en estos días fue la baja en el precio de las verduras. El año pasado; a esta altura del mes, las hortalizas estaban por las nubes. A causa del avance de la soja, que gracias a su excelente rentabilidad reemplazó la producción en las huertas del Gran Rosario; sumada a la inusual crudeza del pasado invierno, el kilo de tomates llegó a cotizar a 15 pesos.

Hoy la realidad es otra. El invierno no fue tan duro como en el 2007, y por lo tanto la oferta se mantiene estable. En las verdulerías de la ciudad se consiguen tomates a dos pesos el kilo, "y de buena calidad", según dijo un comerciante del centro en declaraciones radiales.

En sentido opuesto, el precio del pan aumentó un 15 por ciento. En panaderías del centro, un kilo de pan cuesta 6 pesos. Roberto Rubio, de la Cámara de Panaderos, indicó a Canal 6 que durante los 120 días que duró el lockout agropecuario no tocaron el precio del producto, pero hace unos días decidieron acomodarlo.

Rubio señaló que a ellos les aumentaron todos los insumos, especialmente las mantecas, grasas, margarinas, chocolate y dulce de leche. "No creo que nada vuelva para atrás", se sinceró el panadero. Otro de los inconvenientes a la hora de estipular el precio del pan es el de conseguir la harina subsidiada, que tiene un costo de 40 pesos por bolsa. Según explicaron, este producto desapareció del mercado y el 70 por ciento de las panaderías tiene que comprarla sin subsidio, cuyo precio trepa a 75 pesos.

Ante la consulta de este diario; Roberto Lázzaro, titular de la Cámara de Supermercadistas, expresó: "No tenemos que olvidar que estamos en un constante proceso inflacionario. No es que todo aumente al mismo tiempo, los incrementos son por rubro. Ahora aumentó la yerba un 8 por ciento, el mes pasado aumentaron los quesos un 5 por ciento". Lázzaro dijo que la industria de la alimentación está aumentando los precios "cada tres meses, entre un 4 y un 8 por ciento en promedio"; y aclaró que estas subas "están acordadas con el gobierno".

El empresario explicó que en otros productos, como fideos y legumbres, los precios se sostienen. "Algunos encontraron su techo porque hay un parate importante. El mercado volvió a abastecerse y entonces las cosas cambian". En relación a las ventas en los supermercados, Lázzaro señaló que "no reaccionan y están más bajas. No se puede volver a marzo".