Centenares de músicos, sus familiares, amigos y seguidores marcharon en silencio ayer desde la plaza Pringles a la Municipalidad, la mayoría vestidos de negro, algunos con remeras que tenían la inscripción "Adrián por siempre". Eran sobre todo artistas del under rosarino, que salieron a la calle para pedir justicia por Adrián Rodríguez, el bajista que murió electrocutado el domingo 11 de octubre, a la madrugada, en el Café de la Flor, cuando su banda Raras Bestias daba un recital. En el final, frente al Palacio de los Leones, con todos los manifestantes sentados sobre calle Buenos Aires, se leyó un comunicado en nombre del grupo. "Todas las bandas hacemos un esfuerzo enorme para vender entradas para pagar lo requerido para tocar, pero a los codiciosos no les alcanza con exprimirnos", escribieron los músicos que tocaban con Adrián. "Adrián, presente, ahora y siempre", fue el grito con el que terminó el acto.

A Rocío, novia de Joel Pereyra, el cantante de Raras Bestias, le tocó leer una carta de la mamá del músico fallecido. "Nada me va a devolver a mi hijo, nada me va a consolar, siento que es hora que alguien pague por esto, que vaya preso ese asesino que está viviendo a costillas de estos chicos", leyó la joven. Las lágrimas fueron incontenibles para los presentes.

Antes de salir de la Pringles, Axel -que tomó la voz cantante de la manifestación- planteó que se trataba de "un pedido de justicia" y Pabliko, de Purple House, leyó un comunicado de la Asamblea de Músicos Autoconvocados. "Preguntamos a funcionarios y gobernantes si están enterados de las condiciones precarias en las que hacemos nuestro trabajo", leyó. Siguió Axel, con críticas al Sindicato de Músicos, por tener "un contrato con el Café de la Flor". "Su asistencia de compromiso a este evento no nos basta, necesitamos respuestas", dijo.

Pero las mayores críticas fueron para los empresarios de bares -"es triste admitir que aquellos que nos tratan decentemente son una minoría"- y la Municipalidad que debe "impartir y hacer cumplir" las normas. "Resolvamos esto para que nunca más vuelva a ocurrir una tragedia así", rogaron, y apelaron a sus colegas: "Podemos negarnos a tocar si no están garantizadas las medidas básicas de seguridad". También hicieron un llamado a la "conciencia general". Dijeron: "pedir justicia es el camino que nos queda". El final del comunicado fue contundente. "Nunca pensamos que la precarización podía cobrarse una vida. Los micrófonos no matan, la avaricia sí", fue el final del comunicado escrito por los músicos reunidos en Asamblea que convocaron a la movilización sin estructura: ellos mismos fueron los encargados de cortar el tránsito en cada esquina por la que pasaba la cuadra y media de manifestantes que caminó por Paraguay hasta San Luis, y dobló hasta Buenos Aires, para llegar finalmente hasta Santa Fe.

A la marcha llegó Nancy González, de la Unión de Músicos de la CTA y de la Federación Argentina de Músicos. La artista de Morón llegó a traer la solidaridad, y contó que el 15 de enero, en Ituzaingó, le pasó lo mismo que a Adrián Rodríguez a su compañero de banda León Villarebufo. La bajista y cantante abrió un bolsillo de su mochila para mostrar que ahora va a tocar con un buscapolo, para "testear los micrófonos".

Una opinión generalizada entre los participantes era que "lo mismo le hubiera podido pasar a cualquiera" de los presentes, entre críticas a la "desidia" del Café de la Flor por haber puenteado la instalación eléctrica y anulado el disyuntor. Y a la Municipalidad que "persigue a las bandas pero hace el caldo gordo a los empresarios". José, de Amaro Lucano, lamentó que "a los músicos nos traiciona la voluntad expresiva. Necesitás de estas vidrieritas que son los bares".