Omar Perotti surfea la recta final de la campaña con la tranquilidad de haberse impuesto cómodo en las primarias, incluso en distritos antes renuentes como Rosario, y con un caudal de votos que interpela además la estructura interna del Partido Justicialista en Santa Fe. Lo sabe, pero posterga ese debate y antepone el objetivo presidencial. "Vamos por etapas: la primera es que Daniel Scioli triunfe. Luego vendrán otras discusiones", dijo. El rafaelino busca que el domingo el electorado lo instale como senador con mayor margen aún que los 106.000 votos que le sacó de distancia a Carlos Reutemann. Y para ello, apela a los indecisos, que si el voto blanco los refleja, en las PASO han sido el 9 por ciento.

"Hay mucho por crecer, hay indecisos a quienes transmitirles que hay un (candidato a) presidente que da certezas, que aporta experiencia de gobierno, que da certidumbre y gobernabilidad porque hay equipos, gobernadores, intendentes, movimiento obrero y sectores empresariales que acompañan. Esto es central para poder gobernar Argentina. Y tenemos la ventaja de un (candidato a) presidente que habla de desarrollo y producción, y eso es una gran noticia para Santa Fe", enfatizó Perotti a Rosario/12.

--¿Haber obtenido más de medio millón de votos habilita a replantear liderazgos dentro del PJ?

--Fueron más de 560 mil votos en la campaña provincial, y uno siente que eso debe ser un aliciente, generador de nuevas expectativas para construir una instancia superadora en la provincia. Me siento actor y partícipe de una estrategia de poder que tiene un primer paso con Daniel Scioli: contribuir a que sea presidente. Es clave mantener la actitud de apertura y generosidad con todos los sectores internos. Hay mucho para construir.

--¿Pero amerita rediscutir la conducción provincial del partido o no hubo costo antes por carecer de un liderazgo claro?

--Hay etapas. Insisto: primero la Patria, después el Movimiento, y luego los hombres. Sin duda, hay una consideración distinta, y una estrategia por darse. Seguramente hay que encontrar eso porque hubo un esfuerzo enorme de dirigentes territoriales, agrupaciones, jóvenes, gente que volvió a militar, y hay que enriquecerla con la mayor generosidad. Si consolidamos esto, seremos una alternativa seria en la provincia para que Santa Fe sea protagonista en un proyecto nacional. Hoy hay una lectura distinta, un entusiasmo. Estamos en buena senda. El éxito nunca es de uno solo. Ahora la prioridad es acompañar a Daniel Scioli para su triunfo y que Santa Fe deje atrás años de aislamiento, de un papel secundario enla disputa de poder.

--Años atrás el vértice del Movimiento peronista era Reutemann y allí se encontraban todos los sectores. ¿Hoy cómo es?

--Seamos claros: primero hay que poner todo el esfuerzo en base a consolidar una presencia importante, luego vendrán otras discusiones, cómo se sigue construyendo en la provincia para que la sociedad siga respondiendo positivamente. No es momento de hablar de otras cosas cuando tenemos una instancia de definición tan importante en el país.

--Sí, pero es inevitable preguntarlo cuando el candidato presidencial viene a una cena como lo fue en el salón Metropolitano y dirigentes de primera línea no asisten a la cita.

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--Scioli habla de "sostener lo que está bien y corregir lo que está mal". ¿Qué es una cosa y la otra, en su opinión?

--Se refiere a resguardar los principales logros, ir por las cosas que faltan y corregir lo que sea necesario. Hay un contexto internacional distinto, en cuanto a precios internacionales, y eso obliga a utilizar herramientas de manera diferente para proteger las estructuras productivas, los puestos de trabajo. La esencia del peronismo es la transformación, pero sin enamorarse de las herramientas, y tratar de responder siempre con el uso de la herramienta necesaria a favor de resguardar el empleo y las estructuras productivas.

--Eso que usted describe como "transformación sin enamorarse de las herramientas" es objeto de crítica en términos de identidad ideológica del peronismo. ¿Cuál es hoy su definición del PJ?

--Hoy la lectura clave es el rol del Estado, en la necesidad de acompañar a los sectores productivos y resguardar el empleo. Eso es gobernar. Scioli, al plantear el desarrollo, propone más inversión y más productividad. No hay política social sin trabajo. Luego, cada etapa ha tenido su correlato en la personalidad de quienes estuvieron a cargo de la presidencia y en la coyuntura que les tocó enfrentar. Esta es distinta y arranca desde un piso más alto. No estamos en una finalización de gobierno anticipada ni en medio de una corrida bancaria ni en un estallido social. Es la oportunidad de construir sobre lo construido. El peronismo vuelve a ser peronismo.