La medida de excepción fue adoptada tras la muerte el jueves de ocho campesinos por parte de grupos armados de derecha con la participación de "delincuentes, algunos extranjeros", según San Miguel.

Una turba enardecida hostigaba la noche de este viernes el aeropuerto de Cobija, ciudad fronteriza con Brasil, con disparos de armas de fuego y explosiones de dinamita, según relatos de medios locales.

Cobija vive un "momento de terror y violencia desbocada", dijo el ministro de Interior, Alfredo Rada, en rueda de prensa, en alusión a los saqueos al comercio y las quemas de oficinas públicas ocurridas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.

Según los medios, los episodios de violencia acontecieron un día después de que grupos de derecha, entre ellos incluso algunos sicarios brasileños, emboscaron a tiros a campesinos afines al gobierno matando a ocho, aunque versiones extraoficiales elevan a 14 el número de víctimas fatales.

Rada dijo que en esta "verdadera situación de masacre" intervinieron empleados del prefecto derechista Leopoldo Fernández, un hacendado y ex congresista, al que muchos medios y el gobierno responsabiliza de las muertes.

"Cada hora que pasa los medios de comunicación reportan un número creciente de víctimas. A los cadáveres que están en la morgue se van sumando cada vez más que son encontrados en el monte y el río", señaló Rada.

Según la autoridad, "esta situación acompañada de saqueos y vandalismo que efectúan en ciudad de Cobija han modificado totalmente el panorama de convivencia ciudadana en esta región" donde campea el narcotráfico, el contrabando de madera y el lavado de dinero, según medios locales.

El estado de sitio (que impide la reunión política, portar armas o circular en grupos por las noches) tiene el propósito de "proteger la vida de las personas, sus bienes y los intereses de la colectividad", dijo el ministro San Miguel.

"La violencia promovida por grupos racistas y delictivos han causado delitos de lesa humanidad", protestó la autoridad.

Entrada la noche, grupos de inconformes intentaban entorpecer el aterrizaje de aeronaves que transportan refuerzos militares a la ciudad de Cobija, según relatos en vivo de radios locales.