"Mi gran deseo es terminar hoy este diálogo con acuerdos generales que permitan garantizar autonomías y que permita garantizar la nueva constitución; ya no tienen argumentos para seguir rechazando la nueva constitución política del Estado", dijo esta tarde Morales en una rueda de prensa reseñada por la agencia noticiosa estatal boliviana ABI.

En horas previas, el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, reconoció problemas en la concertación, al afirmar que los arreglos que se alcanzan "van y vienen" y que "estamos en este tira y afloja".

Para el gobernante, el oficialismo ya hizo concesiones hacia los prefectos opositores, al aceptar sus principales demandas, como introducir cambios al texto de la nueva Carta Magna e incluso mejorar las contradicciones que podría tener la norma, aunque -aclaró- que todavía espera una respuesta.

Gobierno y prefectos discuten un acuerdo para pacificar Bolivia, tras una convulsión social en cinco de las nueve regiones del país que dejó 19 muertos, 16 de ellos en una masacre campesina en el departamento norteño de Pando.

El cabildeo debe decidir sobre un impuesto petrolero quitado a las regiones para pagar una renta de vejez, la nueva Constitución, las autonomías departamentales y la designación de autoridades judiciales.

El presidente expresó su deseo de que ayude a plasmar un acuerdo "la presencia de observadores internacionales", entre ellos el secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, y el ex canciller chileno, Juan Gabriel Valdez, en representación de Unasur.

También hay delegados de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y las iglesias católica y protestante.