Se trata de Vanina (27), quien esta mañana declaró como testigo en la vigésima audiencia del juicio oral que se realiza a quince imputados por el siniestro que el 30 de diciembre de 2004 provocó 194 muertos.

"Las bengalas estaban en todos los recitales, pero nunca vi una candela, jamás, hasta esa noche", remarcó la joven, quien dijo conocer bien la diferencia con las bengalas porque las primeras "largan luz o humo y las otras bolitas de fuego".

Para beneficio de la banda, Vanina afirmó que Callejeros "nunca incentivaba las bengalas, sino que pedían por favor que no las prendieran", como ella aseguró que ocurrió durante un recital en el estadio Obras Sanitarias.

Además, sostuvo que a los dos shows del grupo que ella asistió en Cromañón la revisaron y que la noche del 30 directamente entró "con las zapatillas en la mano" porque sabía que se las iban a hacer sacar para ver si escondía pirotecnia.

Vanina recordó que la noche del 30, antes del recital de Callejeros, se pasó el tema "Ji Ji Ji" de los Redondos y que en ese momento los asistentes "empezaron a tirar muchas bengalas".

Ese dato sirvió a los defensores de la banda, quienes intentan demostrar que se utilizaba pirotecnia en cualquier momento, incluso cuando los asistentes a un show escuchaban un tema que les gustaba.

Tras iniciarse el incendio, la chica aseguró que comenzó a salir con otra amiga, Micaela, pero "no había un cartel, una luz de emergencia ni nada que te indicara por donde ir o si estabas caminando bien" y que en un momento se dio "por vencida" y pensó: "Ya está, no camino más".

"Negra, aguantá un poquito que ya salís", recordó que le dijo un joven que luego falleció a raíz del incendio, y que después luego de caerse varias veces y de que mucha gente le pasara por encima, logró escapar.

"Ahí me abracé con Micaela, lloramos mucho y empezamos a buscar a nuestros amigos. Lo encontramos a Gonzalo, estaba todo negro y cuando me acerco a un médico para que le den oxígeno me dicen que no porque había chicos peor que él", recordó.

Dijo que en medio de la confusión, mientras ella buscaba a otros amigos, lo vio a Omar Chabán, gerenciador del local, en la puerta, lo cual le llamó la atención. "Estaba hablando con alguien ahí. Yo estaba desesperada y él estaba ahí, quietito", remarcó.