Al inaugurar, en Trípoli, un seminario de oportunidades de negocios, durante el que reconoció, a diferencia de su postura inicial cuando comenzó el descalabro financiero global, que "sería ingenuo pensar que pueda haber país que no va a ser tocado o alcanzado por coletazos de esta crisis sin precedentes de los grandes centros desarrollados".

La jefa de Estado compartió la jornada con autoridades y empresarios de Libia y Argentina, en el marco de la etapa final de su gira comercial en países del norte de África, y emprendió su viaje de regreso a Buenos Aires, donde se espera su llegada para las 8 de mañana.

Al terminar su actividad, consultada por la prensa argentina, la Presidenta se mostró "muy contenta" por la gira realizada por el Magreb, misión que, según dijo, deja "muy buenas perspectivas de negocios".

"La gira constituye una apertura comercial y política hacia la región, a la cual nos vinculan intereses similares por tratarse de economías emergentes", remarcó la mandataria, quien, en un tramo de su discurso, se comparó con el líder libio, Muammar Ghaddafi.

Fue cuando dijo "yo también, al igual que el líder de la nación libia, hemos sido militantes políticos, desde muy jóvenes, hemos abrazado ideas y convicciones muy fuertes y con un sesgo fuertemente cuestionador al status quo".

"Estoy persuadida de que las alianzas estratégicas con países de la línea Sur-Sur constituyen una alternativa para sostener" las economías de las naciones, agregó la mandataria durante otro tramo de su intervención.

Fernández insistió en que luego de la tormenta financiera que comenzó en Wall Street "ya no será la especulación financiera" la base del "crecimiento y la generación de riqueza, sino el trabajo y el valor agregado a nuestras materias primas".

La Presidenta precisó ante su auditorio que el "objetivo con el cual nos hemos movilizado con empresarios argentinos a recorrer el norte de África" va más allá de la "necesidad de ampliar mercados y explorar nuevas posibilidades".

En ese sentido, puntualizó que el viaje "tiene el objetivo político de articular nuestras realidades económicas en una concepción que he repetido estos cinco días, que es la de aunar esfuerzos Sur-Sur".

Fernández evocó que en la Argentina, en materia económica, "las claves desde el 2003 fueron diversificar nuestra matriz de producción" y dijo: "Pasamos a ser un país en el que también las manufacturas y productos con valor agregado tienen un rol importantísimo en el crecimiento económico que experimentamos en estos últimos años".

Al elogiar las políticas de Estado de su esposo y antecesor Néstor Kirchner, la Presidenta recordó que en 2003, cuando asumió, "un cuarto de población activa carecía de trabajo".

"La última medición indica que de aquella cifra de dos dígitos que se sostuvo por más de década y media, perforamos la cifra y estamos en el 7,8 por ciento", destacó.

Agregó que el "superávit fiscal permitió tener reservas a nuestro Banco Central y mucha solidez en nuestro sistema financiero a partir de la experiencia de 2001", año en que se instaló el llamado corralito financiero y fue el comienzo del fin del gobierno de Fernando de la Rúa.

"Los convenios de cooperación entre argentinos y libios nos dan la oportunidad inédita de retomar lazos comerciales y de relacionamiento que significarán para ambos prosperidad y conocimiento", se esperanzó finalmente.