Durante un encuentro celebrado en Moscú antes de la llegada de Castro, el canciller ruso, Serguei Lavrov, y el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, subrayaron el deseo mutuo de impulsar la cooperación entre los dos países en los ámbitos comercial, económico, financiero y de inversiones.

La relación entre Cuba y Rusia cobró nuevo impulso en 2000, cuando el entonces presidente y actual primer ministro ruso, Vladimir Putin, visitó la isla, luego de que la caída de la Unión Soviética, en 1991, hubiera congelado un vínculo que hasta entonces había sido muy estrecho. "Se restablecieron diversos acuerdos que ahora se están poniendo en práctica", afirmó Castro en una entrevista concedida la semana pasada a Itar-Tass.

El presidente cubano manifestó que espera que su visita sirva para "fortalecer y consolidar" lo logrado por ambos países en estos años y "dar un paso más en esa dirección".

Medvedev también expresó que espera que la visita de Castro a Moscú proporcione "un importante impulso" a la cooperación. "Nuestra amistad y confianza han superado la prueba del tiempo y constituye un fundamento sólido para el desarrollo de las relaciones entre Cuba y Rusia", afirmó. El viceprimer ministro ruso, Igor Sechin, destacó que la cooperación militar es parte "inseparable" de la relación bilateral.

Una flotilla de buques de guerra rusos atracó en el puerto de La Habana en diciembre pasado por primera vez desde 1991. Rusia y Cuba firmaron una decena de acuerdos el año pasado, entre ellos uno para la concesión de Moscú de un crédito a La Habana por 20 millones de dólares para que sean gastados en la adquisición de productos de fabricación rusa. Otro acuerdo firmado el pasado viernes prevé que empresas rusas colaboren con Cubapetróleo en la prospección y el refinamiento de crudo en Cuba, dijo Sechin.