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"Podrá ser un año difícil para la Presidenta, pero en términos económicos, ha sido un año excelente para los argentinos", enfatizó la jefa del Estado en un reportaje difundido esta tarde por Telefé, y realizado en España antes de su regreso al país.

Asimismo, afirmó que "nunca" pensó en renunciar, por el "orgullo" que siente por el cargo, y se incomodó al ser consultada si volvería a ser presidenta en 2011: "nunca he planificado mi vida, no pienso empezar en este momento tampoco", respondió.

"El rol que le toca a un presidente o presidenta es contribuir a que se siga creyendo en las instituciones; más allá de lo que algunos dirigentes puedan decir o hacer, mi obligación es otra", remarcó, en tanto reclamó "deponer actitudes de fuerza" y dedicar el esfuerzo a "elaborar consenso".

Al abordar el conflicto con las entidades agropecuarias, Fernández de Kirchner pidió "comprender que cuando alguien toma una decisión, lo hace mirando al conjunto y que un sector no puede imponerse sobre el resto de la sociedad".

Reclamó en ese sentido que "todos tenemos que poner mucha razonabilidad, pero saber que tenemos que contribuir a mantener las claves de este modelo económico que ha permitido el crecimiento, y el sector (agrario), ha sido uno de los que más ha ganado", según recordó.

"Tenemos que entender que todos, en un momento difícil que vive el mundo, debemos contribuir a mantener esos equilibrios macroeconómicos", advirtió Fernández de Kirchner y, al recordar hechos como el escrache sufrido por el diputado Agustín Rossi, sostuvo que "querer imponer cosas por la fuerza no contribuye en absoluto a crear el clima que tenemos que tener todos los argentinos".

En otro orden, al referirse nuevamente a su gira, destacó la "amistad inalterable" entre Argentina y España, que según dijo, "está más allá de los ocasionales funcionarios, presidentes o presidentas".

No obstante, al ser consultada sobre el caso Aerolíneas, reiteró que "es un tema que ya está resuelto por los poderes del Estado argentino como país soberano, que tomó una decisión que me hubiera gustado no tener que tomar", reiteró, refiriéndose a la expropiación de la empresa.

"Lo interesante es ver la relación entre Argentina y España completa, en todos sus aspectos. (El de Aerolíneas) es un episodio que ha sido superado en el marco de las instituciones de un país soberano como la República Argentina", insistió.

Por último, la Presidenta se refirió también a temas como el de la inseguridad y los juicios relacionados con los derechos humanos.

Respecto del primer problema, volvió a cargar culpas contra los jueces, al advertir que "con la legislación vigente y una aplicación correcta de la Justicia, podríamos tener mejores resultados".

En cuanto a los derechos humanos, destacó que la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, operada durante el gobierno de Néstor Kirchner, y el consecuente juicio a los genocidas, permitió a la Argentina pasar de "una sociedad predemocrática" a otra "democrática", porque, según explicó, "nos coloca en el mundo civilizado".

En ese sentido, destacó que este punto "es uno de los logros más importantes del gobierno y la sociedad argentinos, porque nos ha reposicionado en el conjunto de naciones como un lugar de ejemplo de los derechos humanos".