La moción de censura recabó los 101 votos necesarios en una Cámara Baja de 200 escaños para destituir al gobierno, gracias al apoyo de cuatro ex diputados de la coalición ahora independientes. El primer ministro aseguró que piensa dimitir el jueves a su vuelta de Estrasburgo, donde debe intervenir el miércoles ante la Eurocámara y presentar un balance del último Consejo Europeo.

No es la primera vez que un país encargado de la presidencia de turno de la UE conoce un cambio de dirección política durante su mandato. En el primer semestre de 1996, la coalición de centro izquierda dirigida por Romano Prodi sucedió en Italia al gobierno de centro derecha de Lamberto Dini, al imponerse en las elecciones legislativas.

En Bruselas, la Comisión Europea se muestra confiada en que la situación sea gestionada "de modo que se garantice el buen funcionamiento de la presidencia" de la UE.

La coalición formada por el ODS, el partido de Topolanek, con los cristiano-demócratas (KDU-CSL) y los Verdes sólo contaba con 96 diputados de los 200 de la Cámara Baja. En los últimos meses, el éxito de las votaciones dependía de siete parlamentarios disidentes con la línea de sus respectivos partidos.

Topolanek reconoció antes de la moción de censura que los debates en la cámara se ven bloqueados por "mezquindades". El presidente checo Vaclav Klaus se limitó por el momento a decir que "la evolución posterior se hará mediante una vía constitucional estándar".

El jefe del Estado puede nombrar a un primer ministro para formar un nuevo gobierno. Otra posibilidad es que los principales partidos se pongan de acuerdo sobre la organización de legislativas anticipadas.

Mientras tanto, el gobierno dimisionario puede seguir gestionando el país y ocuparse de la presidencia de la UE. "Lo natural es que el gobierno termine la presidencia europea (el 30 de junio)", afirmó el jefe de la oposición socialdemócrata Jiri Paroubek a la televisión pública.