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Carlos Maglio fue el árbiro del encuentro que se disputó en el estadio Malvinas Argentinas.

En la primera incursión ofensiva, el “Lobo” jujeño abrió el tanteador. Tras un tiro de esquina desde la derecha, Cristian Leiva, al pretender rechazar de cabeza, batió su propia valla.

Intentó rearmarse el local, pero se encontró con un adversario ordenado, de buena circulación del balón en la mitad de la cancha y con dos atacantes (Juan Arraya y Mauricio Ferradas) atentos para encontrar presuntos claros defensivos.

Paradójicamente, cuando el “Tomba” quedó con 10 jugadores por la expulsión de Nicolás Olmedo (cometió una fuerte infracción contra Silvio Iuvalé a los 22 minutos) mejoró su andar y puso en jaque a la defensa jujeña.

Luego de la expulsión de Olmedo el partido estuvo interrumpido algunos minutos porque hinchas locales arrojaron piedras al campo de juego. La igualdad llegó en el minuto 35, con un desborde por la derecha de Iván Borghello y una perfecta definición de Víctor Figueroa.

Se animó el encuentro y sobre el final de la etapa los dos equipos estuvieron cerca del gol. Con la buena tarea de Ricardo Gómez, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, realizó un juego criterioso en el segundo período, tratando de aprovechar el hombre de más que tenía en la cancha.

El cotejo se siguió jugando con intensidad y a los 12’ el “Lobo” volvió a adelantarse en el tanteador, al conectar Mauricio Ferradas un centro de “Ricky” Gómez.

El equipo de Diego Cocca, que tuvo en el delantero Leandro Caruso a su figura más destacada, presionó en procura de la igualdad. Un remate de Caruso, precisamente, fue controlado por Gastón Pezzutti, a los 22’.

Con mucho amor propio y con Víctor Figueroa en una tarde inspirada, Godoy Cruz empató a los 33 minutos. El ex jugador de Chacarita "clavó" la pelota en un ángulo con fuerte desparo.