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Chávez, junto a sus dos hijas, llegó ayer a la villa turística por invitación de la Presidenta, para conocer los glaciares patagónicos, en el sur del país, tal como en su momento hicieron el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y los Reyes de España.

El jefe de Estado llegó en la noche del viernes a El Calafate y se alojó en la exclusiva posada Los Alamos, donde ocupó la "suite real", de 80 metros cuadrados.

Cenó en el restaurante "La Posta", dentro de la posada, y la velada sirvió para que el intendente Javier Belloni le hiciera entrega del decreto oficial que lo declaró "huésped de honor" de la villa turística.

El presidente caribeño, además, recibió a modo de presente dos libros, uno de fotografías de El Calafate, y otro sobre la región patagónica.

Durante la jornada de hoy, acompañado por un fuerte operativo de seguridad, el presidente venezolano recorrió las pasarelas frente al glaciar Perito Moreno junto al canciller Jorge Taiana, el gobernador Peralta y su esposa, Blanca Blanco.

El mandatario permaneció en el lugar cerca de una hora y media durante la cual, fiel a su estilo, repartió abrazos y posó junto a turistas para fotografiarse.

Incluso, se retrató con obreros de la empresa Esuco, que, enfundados en llamativos trajes de color naranja, realizan trabajos dentro en el Parque Nacional.

De acuerdo a las fuentes consultadas, Chávez al hablar con la prensa destacó "la belleza del paisaje, el cuidado de los recursos naturales" y criticó el modelo capitalista al que calificó de "depredador".

Luego emprendió el recorrido por el lago Argentino a bordo de un catamarán que lo transportó junto al canciller argentino Jorge Taiana y la embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro.

Chávez tenía previsto regresar a Buenos Aires en el avión Tango 01, acompañado por el ex presidente Néstor Kirchner, más no por la Presidenta, quien permanecería en la residencia Los Sauces.