Sábado, 6 de noviembre de 2010 | Hoy
20:52 › DE VISITA POR UNA ESPAñA MáS LAICA
Benedicto XVI inició en Santiago de Compostela una visita de 32 horas a España, que también lo llevará a Barcelona, y advirtió sobre un avance "agresivo" del laicismo en un país de fuerte tradición católica. "En España nació un laicismo, un anticlericalismo, un secularismo fuerte, como lo vimos en los años treinta", dijo, trazando un paralelismo entre el país gobernado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y la Segunda República española.
El Sumo Pontífice, quien realiza una visita apostólica que adquirió carácter político, fue recibido esta mañana en el aeropuerto de Lavacolla en Santiago de Compostela, por los Príncipes de Asturias, el presidente de Galicia Alberto Núñez Feijó, el vicepresidente primero del gobierno español Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otras autoridades, y cientos de fieles al grito de ¡Viva el Papa!.
Antes de llegar, en el avión Airbus 320 de Alitalia en el que viajaba, Benedicto XVI aseguró a la prensa que España es un país "originario de la fe", pero en la actualidad necesita una "reevangelización".
"En España nació un laicismo, un anticlericalismo, un secularismo fuerte, agresivo, como lo vimos en los años treinta", dijo trazando un paralelismo entre el país gobernado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y la Segunda República española.
"Este enfrenamiento entre fe y modernidad se realiza hoy de nuevo de modo muy vivaz en España", remarcó, al tiempo que abogó por un "encuentro entre fe y laicidad".
El Papa explicó que cuando creó el "Ministerio" para la "nueva evangelización" pensó "en todos los grandes países de occidente, pero sobretodo en España", un país que calificó "pleno de dinamismo" y donde están presentes "las fuerzas de la fe y el desafío por la fe".
A pesar de que el viaje del Sumo Pontífice a España es apostólico, Benedicto XVI busca afianzar la relación con el gobierno tras el reciente enfrentamiento por la ley del aborto del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, impulsor también del matrimonio homosexual, en un país con cada vez menos católicos.
En su primer discurso en suelo español, Benedicto XVI expresó su "profunda alegría" por estar nuevamente en España, país al que esta vez llegó como "peregrino" en el Año Santo Jacobeo.
"Traigo en el corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol Pablo a emprender sus viajes, ansiando llegar también a España", expresó luego de agradecer la calurosa bienvenida.
El pontífice sostuvo que quiere "invitar a España y a Europa a edificar su presente y a proyectar su futuro desde la verdad auténtica del hombre, desde la libertad que respeta esa verdad y nunca la hiere, y desde la justicia para todos, comenzando por los más pobres y desvalidos".
Antes, el Príncipe Felipe destacó el compromiso del Papa "con la paz, la libertad y la dignidad del ser humano", en los actuales tiempos de crisis, y recordó la importancia del Camino de Santiago y del Año Compostelano.
El Papa se reunió en privado en el aeropuerto con los Príncipes de Asturias, Núnez Feijó y el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, y luego abordó el "papamóvil" que lo trasladó al centro de Santiago de Compostela, un recorrido de unos 10 kilómetros a lo largo del cual fue saludado y avivado por numerosos fieles.
Ya en la Catedral, Ratzinger visitó la tumba del apóstol y abrazó su imagen, y leyó un segundo discurso dirigido a los fieles, que en parte estaba en gallego.
En su segunda visita a España, luego de acudir en 2006 a Valencia para presidir el V Encuentro Mundial de la Familia, Benedicto XVI visitará también Barcelona, para consagrar la Sagrada Familia.
En la ciudad condal están previsto distintos actos de protesta contra la presencia del pontífice bajo el lema "Yo no te espero", entre ellos una multitudinaria "besada gay" a su paso por la catedral de Barcelona.
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