Miércoles, 26 de enero de 2011 | Hoy
13:38 › RUSIA
El presidente Dmitri Medvedev destituyó a varios funcionarios del Ministerio del Interior, entre ellos a quien estaba a cargo de la seguridad de los aeropuertos, con motivo del atentado suicida que causó 35 muertos el pasado lunes en el Domodedovo de Moscú. El jefe del Kremlin justificó la medidas afirmando que Rusia necesita una protección más eficaz de los pasajeros en el transporte público. Sigue sin conocerse la identidad del suicida que detonó la bomba en la sala de llegadas del aeropuerto.
"He firmado el decreto de destitución de (Andrei) Alexeev, jefe de la dirección de transportes del ministerio del Interior encargado del distrito federal central", declaró el presidente ruso, según imágenes transmitidas por la televisión rusa y agregó: "Los que no trabajan como se debe serán castigados". El ministro de Interior, Rashid Nurgaliyev,dijo que también fueron destituidos otros funcionarios del ministerio.
Sin embargo, al término de una reunión con Nurgaliyev, Medvedev señaló que "el número de violaciones de la seguridad está aumentando, casi en todas partes".
El presidente resaltó que esas violaciones afectan no solo a los aeropuertos, sino también al transporte ferroviario y de autobuses. Subrayó que el gobierno tiene que tomar medidas ahora para mejorar la situación.
Mientras tanto, todas las víctimas mortales han sido identificadas ya, informó el Ministerio de Protección Civil. Solo sigue sin conocerse la identidad del terrorista que se hizo estallar en la sala de llegadas del aeropuerto. Varios medios rusos han publicado imágenes de la cabeza cercenada del suicida.
Según algunos medios, el terrorista pudo haber sido miembro de un grupo clandestino islamista que opera en la región de Stavropol, en el sur de Rusia, no lejos de la convulsa región del Cáucaso Norte. La mayoría de la población de Stavropol son cristianos ortodoxos.
De acuerdo con el diario sensacionalista "Moskovski Komsomolets", el atentado ya fue preparado desde noviembre. Según el periódico gubernamental "Rossiyskaya Gazeta", el ataque posiblemente haya sido una respuesta a los actos de violencia xenófoba realizados por miles de jóvenes ultraderechistas rusos contra caucasianos en diciembre.
Por el atentado murieron 35 personas, y hay 180 heridos, más de 40 de gravedad. Hoy, los edificios públicos continúan con las banderas a media asta en señal de duelo por las víctimas del atentado suicida. Las emisoras de televisión y radio suspendieron sus programas de entretenimiento y transmitieron música luctuosa.
La Iglesia Ortodoxa, las mezquitas y las sinagogas organizaron servicios religiosos en recuerdo de las 35 víctimas mortales del atentado. Las autoridades moscovitas anularon todos los actos festivos en la capital rusa.
En los hospitales permanecen internados 117 heridos, de los que 21 siguen en estado crítico. La aerolínea rusa Aeroflot anunció que llevará gratis ida y vuelta a Demodedovo a los familiares de las víctimas mortales para que puedan recordar a sus seres queridos.
Entre tanto, un directivo alemán del aeropuerto moscovita rechazó las duras críticas del presidente ruso, Dmitri Medvedev, a las medidas de seguridad en el aeródromo. "Lo que nos pasó a nosotros puede pasar en cualquier aeropuerto grande", dijo el director de Asuntos Internacionales y Desarrollo Comercial de Domodedovo, Daniel Burkard, en declaraciones que publica hoy el periódico alemán "Neue Presse".
Ayer, Medvedev había calificado de "anárquicas" las condiciones de seguridad en el aeropuerto moscovita y exigido que los responsables sean castigados.
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