Al inicio de la jornada, Rubén López, hijo del desaparecido, volvió a pedir “manejar la información con cautela”. El nuevo testimonio surgió luego de que los investigadores dieran por terminada el viernes, sin resultados positivos, la búsqueda en los alrededores de la estación de trenes del Parque Pereyra Iraola, señalada por otro testigo como el lugar en el que habría sido enterrado el cuerpo de López.

Fuentes judiciales confirmaron que el nuevo testigo aseguró recordar que “hace unos cuatro años cuando se produjo la desaparición de López, vio movimientos extraños en una zona cercana a dónde se rastrilló hasta ayer” y precisaron que el hombre “delimitó una zona cercana también a la estación de trenes de Pereyra”.

Una fuente judicial explicó que en la zona demarcada por el testigo había un árbol caído, por lo que se procedió a la remoción del mismo y se pasó el georadar, aunque no se obtuvieron resultados positivos.

Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006 cuando se dirigía a las audiencias de alegatos en el juicio oral que se realizó en La Plata y por el que fue condenado a reclusión perpetua el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz, por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.