Al hablar por primera vez desde que se difundieron las operaciones de Sergio Schoklender con fondos supestamente destinados al programa Sueños Compartidos, administrado por la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Carlotto pidió que "no las confundan" con Madres, que lidera Hebe de Bonafini, y reclamó que el caso se "investigue hasta las últimas consecuencias". "Es un momento realmente muy triste, muy difícil, por muchas razones. La más importante, quizás, es que no nos confundan. A veces dicen Abuelas en vez de Madres, Madres en vez de Abuelas".

Para Carlotto, el caso Schoklender "no" perjudicará a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, y destacó que su organización mantiene una "excelente relación con las Madres Línea Fundadora", presidida por Nora Cortiñas. Más adelante afirmó "desconocer" si existieron internas en la organización de Bonafini por haber confiado y dejado el manejo de los fondos de la Fundación en manos de los hermanos Schoklender. Acerca de sus diferencias con Hebe explicó que tienen que ver con "conductas, actitudes y ofensas", y reiteró que no le correspondía adelantar ninguna opinión sobre las investigaciones judiciales en marcha hasta que se defina la Justicia.

Tras descartar que entre sus objetivos figure la construcción de viviendas, Carlotto aclaró que Abuelas recibe dinero de diferentes organizaciones, como Naciones Unidas o la Unión Europea, y también del Estado argentino, por lo que "tenemos controles períodicos", el último de los cuales "ponderó nuestro trabajo y rendiciones".