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Moreau buscó hoy minimizar los incidentes y le echó la culpa de la crisis que vive el partido al "anti-kirchnerismo bobo" ejercido en estos años por algunos dirigentes. Sin nombrarlos, se dirigió al sector que lidera el último candidato presidencial Ricardo Alfonsín, quien quedó tercero en las elecciones generales de octubre, 43 puntos por debajo del porcentaje obtenido por la presidenta Cristina Kirchner.

"Las convenciones son siempre apasionadas, ardientes, propias de un partido que tiene vida. Esto demuestra que el radicalismo tiene vida", repitió Moreau, quien mantuvo un duro cruce con el senador por Jujuy Gerardo Morales que, según los relatos, incluyó insultos y empujones. "Es cierto que en algún momento se elevó la voz, etcétera, pero en una asamblea de 300, 400 congresales es absolutamente natural y normal", se excusó.

Por su parte, Morales aseguró que "no es necesario que yo presida el bloque de senadores. Voy a priorizar el consenso con todos y una conducción que integre a todos con una agenda importante", puntualizó el dirigente, y anunció que el bloque que hasta ahora comanda apoyará el tratamiento parlamentario del Presupuesto 2012, pero con cambios en varios artículos.

Los incidentes que Morales protagonizó con Moreau desató los insultos, con un tortazo incluido que bajó desde la tribuna y que impactó en el pantalón del jujeño. Alfonsín logró poner un poco de concordia con sus primeras palabras pero su estilo enfático volvió a encender a la tribuna que casi no lo dejaba expresar la autocrítica luego del 11,4 por ciento que obtuvo en las elecciones del 23 de octubre.

El diputado fue directo contra el grupo de militantes que supuestamente compañaba a Moreau y los acusó de que cuando se cerraba la estrategia radical "ustedes estaban acompañando a otros candidatos que querían arreglar con Mauricio Macri". "Asumo la responsabilidad por el error, queríamos ganar las elecciones, no queríamos una elección testimonial", aseguró Alfonsín.