Las muestras extraídas para que se coteje su ADN con el perfil genético hallado en la escena del crimen son las de Daniel Galle, ex pareja de Bárbara Santos y padre de la nena Micaela, ambas asesinadas; Víctor Chavarría, ex marido de Marisol Pereyra, otra de las víctimas, y el remisero Tagliaferro, que llevó a esta última hasta la casa donde ocurrió la masacre y en una rueda de reconocimiento en la fiscalía reconoció que fue a Martínez a quien vio en la casa aquella noche.

Garganta aclaró que "no se ordenó la extracción" sino que "ellos espontáneamente se presentaron y dijeron que querían sacarse una muestra para demostrar que no tienen nada que ver con el cuádruple crimen". Fuentes judiciales indicaron a Télam que fue el abogado Fernando Burlando, representante a la familia Pereyra, quien ayer acercó a los testigos a la sede de la División Homicidios para sacarse voluntariamente una muestra de sangre.

Garganta señaló que aunque el perfil genético hallado en la escena del crimen no coincidió con el ADN de Osvaldo Martínez, único detenido por el caso, "para nosotros ya es positivo que se haya encontrado un patrón genético, porque nuestro objetivo no es 'en contra' del imputado sino buscar pruebas". Además, aclaró que un ADN negativo "puede no desplazar la prueba" acumulada contra el imputado.

Esta mañana, el fiscal dijo que no descarta como hipótesis la participación de una segunda persona en el crimen. Por eso, con estas tres nuevas extracciones de sangre, el fiscal intentará descartar posibles sospechosos y fuentes judiciales adelantaron a Télam que en las próximas horas otras personas podrían presentarse para el mismo cotejo.