Jueves, 15 de diciembre de 2011 | Hoy
15:21 › BARQUINAZO
En un acto en el estadio de Huracán para festejar el Día del Camionero, el titular de la CGT anunció su renuncia a los cargos que ejercía en el PJ bonaerense y en el Consejo Nacional, y calificó al Partido Justicialista como "una cáscara vacía, que dejó de tener trascendencia política, un instrumento que el poder político maneja a su antojo, vaciado de peronismo". Además, criticó la distribución de cargos en las últimas elecciones nacionales, porque fueron dejados de lado quienes "ganaron las primarias" y fueron reemplazados por otros "que ni siquiera conocemos", y se adjudicó más del 50 por ciento de los 54 puntos que obtuvo la fórmula del Frente para la Victoria el 23 de octubre. También calificó como "un acto de justicia" la liberación del titular de la Asociación Bancaria, Juan José Zanola, procesado por la "mafia de los medicamentos", y denunció su detención como una "maniobra", que pretendió "echar un manto de sospecha" sobre las obras sociales.
Flanqueado por su hijo Pablo, quien lució una remera con la leyenda Reparto de ganancias ya!!, Moyano remarcó que “no hay sector más noble en la sociedad que los trabajadores, que durante estos años hemos apoyado con toda nuestra fuerza este modelo económico, que no significa que no podamos reclamar”. “Lo lamentamos si le molesta a algunos, pero no vamos a dejar de reclamar. Nosotros no negociamos a espaldas de los trabajadores”, desafió.
Más adelante, y en referencia a las próximas paritarias, advirtió que los gremios “no podemos permitir que la crisis la paguen los trabajadores", y reclamó que quienes la deben pagar son "los empresarios, banqueros y grupos de poder”. Pidió además la eliminación del impuesto a las ganancias, al que calificó como “el impuesto más injusto que tenemos, el impuesto al trabajo”. “Pareciera que trabajar y ganar un peso más está condenado por el Estado. Cuando hablamos de distribución de la riqueza, hablemos en serio”, planteó.
Luego, chicaneó con que con “el 54 por ciento, cualquiera es oficialista”, y se preguntó “adónde estaban cuando las papas quemaban” en 2008, cuando “nos pidieron 25 camiones para trasladar hacienda cuando las rutas eran cortadas por piquetes de productores agropecuarios durante el conflicto por la Resolución 125".
El líder sindical inició el acto, que definió como una "verdadera asamblea gremial, una jornada de reflexión”, destacando que los trabajadores fueron “quienes más lucharon para restaurar” la democracia. Luego de aclarar que los sindicalistas “no pretendemos ocupar el lugar de nadie”, anunció su renuncia a la presidencia interina del PJ bonaerense, cargo al que llegó tras la licencia de su titular, Alberto Ballestrini, afectado por un ACV. Justificó su decisión en que ese partido “ha dejado de tener trascendencia política”. Criticó que "los candidatos se elijan por fuera" de la estructura partidaria y se preguntó: “Cómo puede ser que quienes ganaron las primarias fueron dejados de lado, y fueron incorporados otros candidatos que ni conocemos.”
“No tengo vocación de bufón, por eso no puedo aceptar que otros tomen las decisiones que deben tomarse en el seno del partido”, agregó al anunciar que también renunciaba a la vicepresidencia segunda del Consejo Nacional, que había asumido por pedido de Néstor Kirchner”. Denunció que en el Consejo “ocurre lo mismo” que en el PJ bonaerense: “Es una cáscara vacía, vaciado del peronismo que nos da la razón de ser a los trabajadores”. No obstante, aclaró que “como los trabajadores llevamos en nuestro pecho al peronismo de Perón y Eva (…) digo lo mismo que ella: 'Renuncio a los cargos pero jamás a la lucha', compañeros”.
Luego de anunciar su alejamiento de la estructura partidaria, exhortó a “reconstruir” el peronismo, y recordó que "el mejor gobierno que tuvo el país fue el de Perón, que nadie se confunda". “Por ahí le cae mal a algunos que seamos protagonistas. Por ahí no les cae bien que a un negro laburante y de pelo duro se le dé por opinar políticamente. Pero no se dan cuenta de que la base de la sociedad son los trabajadores organizados, y no vamos a renunciar a ese destino”, disparó.
En otro tramo de su discurso, elogió la política del gobierno nacional acerca de las obras sociales hasta 2008, recordó que el expresidente Kirchner se había comprometido "a apoyarlas y a fortalecerlas" y que hasta aquel año muchas de ellas habían podido cancelar sus deudas y capitalizarse, pero "después el Ministerio de Salud -en ese entonces a cargo de Graciela Ocaña-, realizó una denuncia infundada, cuyo objetivo fue “crear un manto de sospechas” sobre los sindicatos, luego de lo cual “no se distribuyó más dinero”.
“Ese dinero, 12 mil o 15 mil millones de pesos -agrumentó, es el salario diferido que aportan ustedes y se ha quedado en no sé qué lugar. Es una injusticia total (...) Nos indigna esa actitud porque subsidian los casinos, le quitan el dinero para la salud de los trabajadores y se lo llevan no sé dónde. Por eso, el reclamo de la CGT es decirle a quién corresponda que el dinero vaya adónde han decidido los trabajadores, que son las obras sociales.”
Luego de denunciar que la Administración de Programas Especiales no actualiza las partidas para medicamentos oncológicos y para chicos con discapacidad, afirmó que “todo aquello que nos había dicho el expresidente Kirchner se ha desvanecido”, y agregó que “es una injusticia que a las obras sociales le cobren el impuesto al cheque”. Por último advirtió que “no vamos a aceptar que se lucre con la salud de nuestra familia, vamos a hacer un reclamo tan firme que van a tener que dar una respuesta y no hacerse los distraídos como ahora”.
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