En el primer comunicado de 2012, difundido por internet, la guerrilla comunicó a través de su jefe, Timoleón "Timochenko" Jiménez, que los puntos que quedaron pendientes en 2002 con el entonces presidente Andrés Pastrana son los mismos que quisieran discutir en una eventual mesa de conversaciones con el gobierno de Santos. El jefe guerrillero mencionó como temas de interés, "en una hipotética mesa de conversaciones", la cuestiones de "las privatizaciones, la desregulación, la libertad absoluta de comercio e inversión, la depredación ambiental, la democracia de mercado y la doctrina militar".

El último intercambio de rehenes ocurrió a finales de 2011, cuando el grupo guerrillero anunció la liberación de seis de los once policías militares que aún tienen en su poder, desde 1999, por lo que el gobierno exigió el cumplimiento de los anuncios y advirtió que continuará con las operaciones de rescate. Ese episodio terminó con la muerte de tres policías y un militar durante un cuestionado operativo de rescate por parte del Ejército colombiano, aunque desde entonces el Gobierno se ha mostrado escéptico ante las promesas de la guerrilla.