Durante la jornada, si bien no hubo incidentes ni corridas entre la policía y los vendedores, algunos manteros intentaron vender a pie sus productos para evitar el control de los inspectores y de la Metropolitana, mientras que pasadas las 18 cortaron en forma parcial la avenida Corrientes. Por su parte, un grupo de artesanos que fueron desplazados de la peatonal, instalaron estructuras metálicas sobre la pared de la Legislatura, en la calle Perú, entre Rivadavia y avenida de Mayo, y luego de dialogar con el vicepresidente del cuerpo, el legislador macrista Cristián Ritondo, advirtieron que no se moverían del lugar hasta obtener una "respuesta positiva" de parte del gobierno porteño, y adelantaron que no aceptarían instalarse en Parque Centenario ni en parques o plazas "donde no vaya nadie".

"Es mentira que el Gobierno de la Ciudad nos llame a dialogar" denunció Félix, uno de los manteros, y destacó que "no podemos vender por tercer día consecutivo y no nos dan una solución". "A partir de ahora estamos en pie de lucha", insistió. "De un día para el otro nos volaron a todos los que estábamos sobre Florida, nos prometieron reubicarnos y no obtuvimos respuestas. Necesitamos vender para poder comer y pagar las cuentas todos los días", protestó Marisa.

Por la mañana, Omar Guaras, representante de Vendedores Libres, denunció que "Macri tiene la intención política de reprimir", y acusó a algunos medios de comunicación de querer "convertir a los trabajadores en delincuentes para allanar el camino a la represión". "Tenemos el marco legal que nos respalda, la ley 1472", agregó.

El subsecretario de Espacio Público porteño, Patricio Di Stefano, por su parte, señaló que "la venta (ambulante) aquí es ilegal y la mercadería también es ilegal porque no cumple con la ley de marcas, no está en blanco y no está permitida", y rechazó la propuesta realizada por algunos vendedores de crear una feria en la calle Florida: "no estamos de acuerdo porque no está contemplado en la Ley. Y nosotros tenemos que cumplir la Ley", sentenció.