En su discurso tras la asunción del nuevo secretario de Transporte, De Vido calificó de "irresponsable" la actitud del gobierno de Macri de rechazar la transferencia del subte "después de hacer operativo el convenio firmado con el aumento de un 127 por ciento en la tarifa", indicó. En ese sentido, el ministro consideró que será el Congreso el que tendrá que confirmar "que la Ciudad ejerce el control y la fiscalización sobre los servicios públicos de su jurisdicción".

El funcionario hizo una fuerte defensa del traspaso al considerar que "se trata de un sistema federal de gobierno que algunos proclaman pero no sienten" y que los legisladores deberán decidir "si avanzamos a un país federal como querían nuestros próceres o si seguimos volcando los recursos de la Nación en la ciudad con más recursos del país".

En ese sentido, De Vido reveló que la Ciudad de Buenos Aires posee una red de subterráneos y premetro, un tranvía en Puerto Madero, y 33 líneas de colectivos con recorrido completo en la ciudad, que paga el gobierno nacional. Y criticó: "Nosotros pagamos los subtes y los colectivos y cuando un paisano del Gran Buenos Aires se corta, ellos no le quieren pagar una curita del hospital".

Minutos despúes, Macri improvisó una breve respuesta, durante un acto por el Día de la Mujer, y repitió que "la división y el confrontamiento no es el camino sino el diálogo" por lo que aprobó el debate sobre el traspaso del subte en el Congreso. Sin embargo, prefirió no hacer referencia a la gestión del servicio por parte de la Ciudad al opinar que "lo que le importa a la gente es viajar segura, para eso debe haber inversiones y un plan a futuro".

Así, Macri aludió al pedido de la trasnferencia de recursos y el reclamo de obras en el servicio al gobierno nacional. En ese sentido, el funcionario reconoció que en el Paralmento se ampliaría al federalismo y las autonomías, pero aclaró: "No nos tenemos que dividir en la discusión. La Ciudad de Buenos Aires es de todos los argenitnos".