En los 90 minutos, Drogba había logrado un agónico empate de cabeza a los 88', cinco minutos después de que Thomas Müller abriera el marcador para el Bayern, que saboreaba en casa su quinta Liga de Campeones. Y a en el tiempo suplementario, el equipo alemán desperdició una chance inmejorable cuando Petr Cech contuvo un penal a Arjen Robben.

Fue la segunda vez que el equipo "blue" tuvo su oportunidad de consagrarse, después de caer en 2008 ante el Manchester United su primera final disputada. Londres se convirtió así en la sexta capital europea en tener a un equipo vencedor de la Liga de Campeones, por encima de Madrid, Lisboa, Amsterdam, Bucarest y Belgrado que ostentaban ese logro hasta que el conjunto presidido por Abramóvich se alzó con el trofeo.

El Chelsea culminó así un recorrido muy complicado, pero en el que derribó a varios grandes del continente, especialmente al Barcelona de Lionnel Messi, en semifinales. En los cuartos de final, el conjunto inglés se había deshecho de un histórico como es el Benfica portugués, al que le ganó 1-0 en Lisboa, pero con el que sufrió mucho a la vuelta, antes de poder sumar una nueva victoria 2-1 en la recta final.

El momento más complicado había llegado en los octavos de final, cuando los londinenses perdieron 3-1 en Nápoles y parecían ya con pie y medio afuera de la competición, pero salieron del "match ball" con una impresionante remontada 4-1 en Stamford Bridge. En el grupo de la primera fase, el equipo había caído en una llave no precisamente sencilla, junto al Bayer Leverkusen alemán, el Valencia español y el Genk belga, pero pudo acabar líder de la misma.