"Estoy personalmente conmocionado y horrorizado por los trágicos acontecimientos de hace algunos días en Houle", dijo Annan y señaló que tenía la intención de mantener "discusiones serias y francas" con el presidente Al Assad. "Nuestro objetivo es que cese el sufrimiento ya", sostuvo.

"Es un acto repugnante y de graves consecuencias", consideró el enviado especial de Naciones Unidas y agregó: "Aquellos que son responsables de estos crímenes brutales deberán responder por ellos".

Ayer, en un encuentro convocado de urgencia para tratar la masacre que se cobró la vida de 116 personas y dejó 300 heridos en Siria, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) responsabilizó al gobierno del presidente sirio Bashar al Assad por los asesinatos perpetrados el viernes en la ciudad de Houla, pese a que Damasco niega toda responsabilidad en la matanza.

“El Consejo de Seguridad condena en los términos más contundentes posibles la muerte, confirmada por los observadores de las Naciones Unidas, de decenas de hombres, mujeres y niños y las heridas sufridas por cientos de personas más en la localidad de Houla, cerca de Homs”, sostiene el comunicado de la ONU.