Miércoles, 27 de junio de 2012 | Hoy
22:18 › ANTES DEL "DESASTRE"
En abierto desafío a la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro de Italia condicionó el apoyo de su país a un impuesto a las transacciones financieras que impulsa Berlín a que Roma reciba apoyo para reducir los intereses que está pagando por su deuda, y advirtió que si los líderes de la Unión Europea no acuerdan una forma de contener esa presión la situación será "desastrosa".
Mario Monti sostuvo que los italianos hicieron grandes sacrificios desde su asunción, en noviembre pasado, y pusieron su déficit bajo control gracias a los programas de ajuste y de aumento de impuestos aprobados por su gobierno, pero advirtió que los intereses de la deuda se han incrementado de manera progresiva, tanto que el Tesoro italiano tuvo que pagar en la jornada los tipos más altos desde diciembre pasado en una subasta de deuda a seis meses, por la que recaudó 9000 millones de euros.
"Si el descontento y el desaliento ganaran a los italianos, las fuerzas políticas que dicen 'que la integración europea, que el euro, que este o aquel país se vayan al demonio' podrían ganar la partida", advirtió Monti, quien agregó que "sería desastroso para la Unión Europea en su conjunto".
La semana pasada, Alemania aseguró que había recibido el apoyo de varios países europeos -entre ellos Italia- para la creación de la llamada "Tasa Tobin", reclamada por la oposición germana a cambio de apoyar el tratado de disciplina fiscal y el nuevo fondo de rescate europeo, pero Monti sostuvo que el plan debería "ir de la mano del refuerzo de la cooperación financiera". Según el mandatario italiano, su país merece ayuda pues está luchando por "una increíble consolidación fiscal". "¿No es normal que un país que está poniendo su casa en orden pida que se mejoren los mecanismos de gobernanza de la eurozona para que su país no tenga que pagar costos excesivos por su deuda?", se preguntó Monti.
El gobierno italiano ha propuesto que los fondos de rescate de la eurozona se activen de forma automática para comprar deuda de los países vulnerables cada vez que los tipos de interés de la misma alcancen niveles peligrosos, como está ocurriendo ahora en España e Italia. El gobierno alemán, que podría implementar junto con otros países la tasa a las transacciones financieras sin el apoyo de Italia aunque su efectividad se viera mermada si no cuenta con el respaldo de la tercera economía de la zona euro, se opone sin embargo al mecanismo propuesto por Roma, así como también a la emisión de bonos garantizados por toda la eurozona.
Monti llegará a la cumbre de mañana respaldado por la sanción de polémica ley de reforma laboral, que fue aprobada por amplia mayoría por la Cámara de Diputados, luego de recibir luz verde en el Senado el mes pasado.
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